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Desde los aledaños de las últimas elecciones municipales y en algunos casos también autonómicas, donde la victoria electoral fue para el PP de manera abrumadora, ya les anunciaba que aquello era el preludio de lo que iba a pasar en las elecciones generales. Tampoco crean por eso que hacían falta "luces especiales" para no darse cuenta de lo que ya se estaba dando cuenta toda España, incluidos los socialistas, menos Zapatero y su equipo de asesores, a los que tanto les ha costado enterarse de algo, por gordo que fuera, a juzgar por lo que tardaron en enterarse de la crisis.

Hoy, después de ambas citas electorales, es un hecho incuestionable que el PP tiene la gobernabilidad de la mayoría de ayuntamientos, gobiernos autonómicos y diputaciones además de una amplia mayoría absoluta en el gobierno español.

Nunca un partido político en democracia tuvo tanto poder. Y eso es una ventaja, pero también una responsabilidad abrumadora para la derecha porque todo lo que pase ahora en España será gracias al PP o por culpa del PP. De momento, por haber utilizado muy a la ligera y tan injusta como partidistamente las afirmaciones de la culpabilidad de la crisis sólo hacia Zapatero y su gobierno, no puede la derecha ni decir ni insinuar que hay una crisis común, una crisis internacional. Como tampoco van a poder decir que el problema principia por culpa de la banca americana y que después se ha visto el mal funcionamiento de otros bancos. Tampoco van a poder culpar a los mercados ni al derrumbe de la construcción, pues la crisis según el PP no ha tenido más culpables que Zapatero y su gobierno. De manera que no les queda otra que insistir con la misma cantinela. Señalar ahora otros culpables les dejaría la credibilidad hecha unos zorros. Por consiguiente, Grecia, Portugal, Islandia, Irlanda, Italia, EEUU, etc., etc., todos están muy bien, sin ningún problema de caja que zarandee sus economías ni que esa situación esté gravitando sobre la economía española.

En cuanto a la zona euro, tendrán que decir que va viento en popa a toda vela. Los únicos que tenemos problemas somos España por culpa de Zapatero y su gobierno. ¡Bueno, bueno! Siendo la cosa así, el problema es un problema menor, cosa de nada. En menos de un año España estará como cuando aquello de "¡España va bien!".

A ver quién se hace ahora estas preguntas: ¿Me está diciendo usted que Italia tiene una deuda de más de cinco millones de pesetas por habitante sin que la haya gobernado Zapatero?, ¿me está usted diciendo que Japón supera de largo esa cifra sin que la haya gobernado Zapatero?

Lo malo de algunas cosas que hacen o dicen los políticos estando en la oposición es que luego cuando gobiernan se les vuel­ve en contra. Es la venganza del boo­merang.

Aquí los paisanos estaban quejosos de que por culpa de la crisis Zapatero ha estado haciendo una política de derechas y luego van y votan masivamente a la derecha… un monumento a la coherencia.

Dicen que los votantes no nos equivocamos. Yo creo que sí, porque si no cómo explicar que los que votaron antes a Zapatero hayan votado ahora a Rajoy, salvo que Zapatero y Rajoy sean exactamente iguales, pero como nos son iguales, con alguno de los dos nos tendremos que haber equivocado. También hay quien ha dicho en tertulias radiofónicas y publicado está, que hemos tenido el presidente más inútil de la democracia. Pues qué curioso oiga, ahora tenemos al que perdió contra él dos veces.

Si el presidente que se va no se enteró de lo de la crisis, el que lo sustituye, por coherencia consigo mismo, tendrá que fingir cuando se refiera al problema que nos asfixia. Y cuando finja, no dirá la verdad por no decir que tendrá que mentir. ¡Vaya panorama!, ¡vaya forma de dirigir la política!