Talleres del Diario Menorca, calle Virgen de Gracia, Mahón. Navidad de 1983. De izquierda a derecha. Julio Fóster, Miguel Ángel Limón, Luis Manzano, Paco Fábregas, Eliseo Llabrés, Marcelo Carreras, Paco Pons Capó, Sebastián Dalmedo, Guideta , Eduardo Moreno, junto a su inseparable perro Jaqui, y mi esposo Juan Vadell. Fotografía realizada por mi compañero Javier Coll ( Archivo M. Caules )

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En un recambró, n'estava soleta.
L'àngel hi va entrar, per la finestreta.
Déu vos guard, Maria, de gràcia sou plena.
Parireu un fill , serà fill de verge.
Se dirà Jesús, rei del cel i terra
(Anònim)

El cielo nuboso y una ligera escarcha se han posado sobre los campos. Debimos finalizar con la siembra de cereales. Decia l'avi Xico que la sementera para este tiempo en que corremos, la Navidad, no era nada buena. Nos entretuvimos cerrando portillos, subiendo paredes desparramadas. Limpiamos algunas acequias. Según Nina, de ponerse a llover, tenemos suficiente trabajo para llevar a cabo bajo techo, desgranando el maíz y limpiando granos.

La matanza del cerdo continúa en todo su apogeo. Según comenta el mayoral, deberíamos pensar con el próximo año y así empezar a preparar los lechones. Las vigas de los porches, repletas de sobrasadas, 'camots', 'carnixues', pendiendo de los clavos. Este año, a pesar de la temida crisis, sacrificamos dos más que el año anterior. De haber hecho lo propio el 2011, hubiéramos llenado la hucha. Cerca de la finca de 'sa figuera' del término de Trepucó paró un autobús que paseaba a un grupo jubilados llegados de la Península. Bien aventurado el ir y venir de los pensionistas que siempre van dejando "qualque duret". Para nosotras representó el ganar una quiniela, vendiendo infinidad de productos.

Fue el fielatero el que regañó a Quica, que siempre "navega a l'antiga". Se le ocurrió salir al patio con un trozo de queso curado, invitando a unos y a otros. Decir que se armó un jaleo, todos querían probarlo a la vez, tal cual los críos, no tenían espera, y no acabó ahí la cosa, también dispuso sobre la mesa de "davall sa porxada" una palangana con uvas, para saborearlo con el producto lácteo, auténtica delicia para el paladar. Ello hizo que vendiéramos más de seis piezas, con la particularidad que el negocio fue redondo. "Tot per casa".

Praxèdies insiste que quiere decir algo. Su comentario es referente al ganado. Como muchos días no puede salir al pasto hay que limpiar bien los establos cambiándoles a menudo la cama. (Esta incursión de la Praxèdies, debe ser para que nadie vaya a pensar "que ella no en fot un brot").

Continúa el trajín. Agadet "va de bòlit", son fechas de cumplir con el deber . Limpiar armarios y cuanto se encuentra en los mismos, cristalerías, vajillas, cuberterías y las consabidas mantelerías con sus servilletas, que después de un tiempo de encontrarse planchadas en los cajones, al sacarlas, nos llevamos la ingrata sorpresa que no pueden ser desplegadas en las mesas por mor de encontrarse repletas de manchas amarillentas, las conocidas por "taques de calaix". Una lástima a la vez que un trajín. Vuelve a lavar, a almidonar, planchar, etc. Un no acabar.

Una vez está el armario "amb vidres" heredado de "ses ties fadrines" limpio, aprovechamos la ocasión para darle una mano de barniz. Quedó como nuevo, y la cosa no acabó ahí, forrando su interior con un trozo de tela que encontramos muy adecuado para ello, una auténtica preciosidad, algo de buen gusto, muy decorativo.

Y vuelve a llenar sus estantes, oliendo a limpio, recordando el antiguo eslogan publicitario de los años sesenta en que se escuchaba aquella cancioncilla de… "!Ese lava limpio, limpio limpísimo…"

Es probable, que algunos de ustedes, los de mi época, recuerden los armarios de cristalera en que la familia aprovechaba para utilizarlos como expositor de fotografías familiares. Precisamente en casa de mis abuelos maternos, los que vivían en Ciutadella, tenían bien dispuestas las fotos de sus hijos posando en el día de su boda para Hernando, fotógrafo de Ciutadella, que con su cámara plasmó a casi todas las familias . En el estante de abajo, rollizos niños que se diferenciaban de las niñas por los enormes lazos en forma de portaviones. Era chocante, la pose de aquellos bebés desnudos, mostrando al retratista su desnudez sobre un mullido canapé. No faltaban ni los "verjos" , ni las hijas de la casa cuando eran jovencitas, dicho sea de paso, todas ellas muy plantosas y muy guapas.

La otra mañana, al bajar la leche, manadas de sopa, requesón, huevos y alguna cosa más que no vamos a detallar, no pasemos la Nochebuena en la nueva cárcel. Al llegar a la tienda de "Na cadireta coixa", nos estaban aguardando algunas clientas de la casa, interesadas en saber la receta de relleno de pasta real. Una de éstas, muy antiguas, que tan solo se elaboraba para Navidad o Año Nuevo.

RELLENO DE PASTA REAL

Antiguamente se hervían las almendras crudas, para facilitar ser peladas. Actualmente, se pican directamente, por 500 gramos, 200 de azúcar, removido se introduce en una cazuela de barro con algo de agua (medio vaso) y algo de aceite. Según mi madre, preparaba la masa fuese húmeda. Se pone sobre el fuego, al mínimo sin parar de remover. Se espolvorea con una pizca de sal y una cucharada sopera de canela en polvo. Una vez cocido, se espera que enfríe para poder rellenar el pollo, " gall d'indi" etc. Una vecina de casa, la elaboraba tal cual, pero añadía una ensaimada pequeña, de las llamadas mallorquinas, que por lo menos tuviera de dos a tres días, bien desmenuzada.

Como aquel que dice, bien poco falta para cerrar el 2011. A lo largo del mismo nada he dicho, referente a los 70 años de nuestro diario "Menorca", no lo creí necesario, todos saben de mi amor al mismo, de la dedicación a la casa, bien como colaboradora y en mis tiempos de comercial en que me integré en cuerpo y alma. En esta casa pasé infinidad de horas que jamás podré olvidar. Jornadas de trabajo, codo a codo con muchos compañeros, especialmente con Rosa Pons Olives, emprendedora, luchadora, "mi jefa" y a la vez mi amiga. Juntas llevamos proyectos publicitarios que aún hoy permanecen. Juntas gozamos de alegrías, juntas también lloramos, desengaños y desilusiones. Vivimos momentos y épocas muy difíciles de crisis, que también las hubo, pero el departamento de publicidad "va fer figues d'olla", para el buen rendimiento del diario. Dicho esto, jamás podré olvidar mis inicios con la columna diaria de "Hace 115 años".

Me agradaba acudir por las noches aquel taller en la calle de la Virgen de Gracia, y observar a Biel Fiol, Sebastià Dalmedo y Pito Bonet como jugaban a formar puzzles de letras que debían encajar debidamente para ser leídas al día siguiente. Un jovencísimo Javier Coll, solía llegar con su inseparable cámara. Y la tertulia continuaba mientras iban trabajando sin parar, lo realizaban sobre una mesa de cristal profusamente iluminada facilitando el dificultoso a la vez que laborioso trabajo. En mi recuerdo acude una mujer de tez morena ella, Juliana Acedo, con su fregona y su manera tan peculiar de darle con la misma un fregado rápido y auténtico a los cristales de la ventana que daban a la calle. Infinidad de veces lo hemos recordado con Juana Fiol Gomila que por aquel entonces era una chiquilla encantadora (y lo continua siendo) con dos gruesas trenzas. Y Juan C. de Nicolás, Ana Mas, y tanta gente. En verano la casa se llenaba de jóvenes estudiantes que en su época vacacional "escrivien com desesperats", Miguel Ángel Limón, Josep Bagur, Pere Melis, Sol Fornals, y no voy a citar a nadie más dado que observo que es imposible hacerlo. Tan solo mandar un fuerte abrazo a mi admirado Paco Pons Capó, que apostó por esta servidora ante Marcelo Carreras, por aquel entonces, gerente de la empresa. A cuantos subieron al cielo, mis rezos y mis humildes flores, a los que puedan leerlo un "paneret de carinyo".
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margarita.caules@gmeil.com