TW
0

Para los socialistas y probablemente para el equilibrio de la política española, estamos en la recta final de una campaña entre dos candidatos, que se están estos días postulando, para que uno de ellos pueda ser el líder del PSOE.

No sé si analizando bien la situación o quizá analizándola mal, me pregunto qué sentido tiene haber llevado a cabo esta campaña, yendo de un sitio a otro a lo largo de toda España, salvo el sentido democrático de evitar usar el dedazo. Porque vamos a ver: Carmen Chacón Piqueras y Alfredo Pérez Rubalcaba, no son precisamente unos recién llegados a las filas del PSOE, o dicho de otra manera ¿hay alguien entre los socialistas de los que van a elegir a su próximo secretario general que no conozca, que no sepa, cómo es Chacón o Rubalcaba? Otra cosa muy distinta, incluso distante, es si su forma de entender la política socialista es igual, parecida o muy diferente, pero eso no se descubre en un mitin dirigido a la militancia, pues al no haber sido ninguno de los dos secretario general de su partido, de momento solo afloran parámetros orientativos. Ambos, por ejemplo, llevan años dentro de la "cocina" donde se guisa la política socialista, no son meros comensales, de manera que a la hora de fijar el rumbo, no puede ser éste muy diferente. Conocen a fondo cuál es la situación de su partido, y supongo que no ignoran lo que les ha llevado donde ahora están. Tampoco tienen que enseñar nada el uno al otro, respecto de cómo está la situación política española ¿Qué es pues lo que les hace diferentes? No me digan que el sexo, eso es una obviedad. Además, déjenme decirles que a ese nivel en el que ambos quieren situarse, la política es asexuada, no tiene sexo. Lo que realmente les hace diferentes, a mi modo de ver puede ser el carácter, la capacidad de ver el vaso medio lleno o medio vacío, y en ese oficio, vienen los dos de aprender muy malamente, pues durante dos legislaturas, el "maestro" en quien podían mirarse, tenía un problema de percepción óptica, pues no atinaba a ver el vaso de otra forma que no fuera a rebosar, en las fantasías de unas bonanzas inexistentes y completamente opaco para las apremiantes necesidades que se veían venir de una crisis que imponía a toda máquina su destructiva realidad.

Confío y deseo que ambos candidatos hayan reciclado esa orfandad de penuria visual, porque si no es así, apaga y vámonos.

Total, que como yo lo veo, podrían haberse ahorrado toda la parafernalia mitinera y haber fijado simple y llanamente el día de la votación. Otra cosa muy distinta sería, si se hubiera postulado algún socialista desconocido. Entonces sería lógico querer saber cómo es éste y cómo piensa dirigir el partido. Mas, como sorprendentemente, a lo ancho y a lo largo de la España socialista, solo dos veteranos han dado un paso al frente, lo que queda es la esperanza de que el que salga elegido se tenga aprendido, ya no cómo hay que hacer las cosas, bastaría con que tenga claro, cómo no las hay que hacer.

Lo cierto y verdad, es que el próximo líder socialista, tiene ante sí un verdadero 'enderrossall', que habrá que recomponer para estar de nuevo en condiciones algún día de recuperar el favor de los votantes y la gobernabilidad tan drásticamente perdida. Desgraciadamente para la ciudadanía, esto solo pasará si el PSOE se organiza bien y el PP es incapaz de reflotar la economía y reducir de forma importante, sin que sea a costa de los trabajadores, la terrible cifra de parados, lo que en puridad significa que solo a costa de sufrimiento ciudadano con el PP, el PSOE volverá a recuperar el poder, como acaba exactamente de suceder, ya que el PP ha necesitado de un gobierno que fracasara. Algunas veces y ésta puede ser una de ellas, más que un mal gobierno, tiene que darse la circunstancia, de que un tsunami social y económico, arrase no solo el país en cuestión en el que se está, sino incluso los países colindantes. Frente a eso no hay ningún gobierno que lo resista, ni tampoco por eso, los votantes alcanzamos a comprenderlo