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Los socialistas del PSOE, ya han tenido su "particular" fumata blanca, y con ella, por mor de las urnas, su nuevo líder, que por 22 votos más de los obtenidos por Carme Chacón Piqueras, es Alfredo Pérez Rubalcaba.

Para mí tengo que han perdido en el Congreso de Sevilla dos oportunidades, la primera la obligada, la lógica y posiblemente la más productiva, habría sido y no ha sido, hacer un profundo análisis, del por qué cuatro millones de votantes les han vuelto la espalda. Si la culpa de sus culpas, se la cargan a cuenta de la crisis, habrán hecho un análisis de cinco minutos y aún menos palabras. Que sin la crisis, Rajoy no habría ganado las elecciones del 20-N, posiblemente sea cierto, o sea, que el PSOE perdió por culpa de la crisis y el PP ganó gracias a la crisis. Al final va a ser cierto aquello de "que no hay mal que por bien no venga". Sin embargo, si Zapatero y su "tropa de asesores", que no le asesoraron bien, hubieran estado más en lo que había que estar, otro gallo les cantara, como le pasó a San Pedro. Dicen quienes lo saben "que si San Pedro no hubiese negado a Cristo como negó, otro gallo le cantara mejor que el que le cantó". A Zapatero le habría bastado no negar la crisis y aplicarse en la faena de que la ciudadanía estuviera puntualmente apercibida, para evitar la brusquedad de la ignorancia en cuanto a la crisis que se nos venía encima, por lo menos a nivel informativo, que a mi modo de ver, es ya lo mínimo que se espera de un gobierno que no esté en babia.

Ahora Rubalcaba tendrá que recomponer la muy maltrecha confianza del votante con el PSOE. El mayor problema con el que se va a encontrar, va a ser que la ciudadanía se tiene en este caso muy aprendido lo de que "quién es parte de la parte es parte del mal causado". Rubalcaba viene de ser parte de un gobierno que gestionó mal la crisis y viene también, de perder clamorosamente las últimas elecciones generales. El ciudadano que es poco olvidadizo para ciertas cosas, no perdona que el Gobierno entre otras obligaciones, tiene la de velar por sus intereses. Es verdad que el gobierno Zapatero terció pero nos hizo mal tercio. Llegó tarde y con mal recado, haciendo que los asalariados fueran los primeros en empezar a pagar la crisis, con salarios y pensiones congelados, yendo hacia atrás como los cangrejos, llevando la jubilación nada más y nada menos que hasta los 67 años, que en eso mal que pese y seguramente le pesa, es copartícipe muy directo Pérez Rubalcaba. Pobres mimbres son para que de ellos salga un cesto lucido, solo como ya tengo dicho desde estas mismas páginas, si el Gobierno Rajoy lo hace muy mal, por descarte, el PSOE volvería a estar en condiciones de ganarles unas elecciones, pero fíjense a que coste para la ciudadanía, y el ejemplo lo tenemos muy a la mano. Basta con ver cómo ha tenido que ser la situación para los paisanos, para poder llevar a Rajoy a la Moncloa. Pues no le digo nada cómo tendrá que ser para darle la vuelta a esta tortilla, aunque al paso que vamos, podría llegar a ser, Dios no lo quiera.

La segunda equivocación del Congreso del PSOE en Sevilla, en mi opinión, ha sido no haber elegido a Carme Chacón, una mujer que sorprendió como ministra del Ejército, cuando nadie daba por ella un céntimo de euro. Sin embargo, salió airosa del trance. Lamentablemente, lo de la igualdad entre falda y pantalón políticamente hablando, el PSOE debería hacérselo mirar, aún hay capitostes con tics enquistados, que dicen cosas como que "la Chacón iba a ser como Zapatero con faldas". Cuesta una barbaridad salir de las catacumbas de la igualdad, apenas rascamos con la uña, la débil capa de la hipocresía nos aflora la gorra calada hasta los ojos de nuestros atávicos ancestros.