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Mahón es hoy una ciudad mestiza social y humanamente. Según las últimas encuestas casi una cuarta parte de sus habitantes actuales no han nacido aquí. Por otra parte una buena parte de los mahoneses de hoy son también producto de matrimonios y/o uniones de cónyugues de varias procedencias. Muchos mahoneses se han venido casando con personas provenientes de otras zonas de España o de países extranjeros. Eso ha convertido a nuestra ciudad en un auténtico "melting pot" donde quizás ya son minoría las familias en que todos sus miembros sean de origen genuinamente mahonés. Y eso es para lo bueno y para lo malo.

Ha sido especialmente en los últimos cuarenta años cuando se ha producido este cambio social que ha alejado la ciudad de las características localistas que hasta entonces habían permanecido estancadas en la tradición autóctona por mor de la condición insular de nuestro territorio.

De hecho fue el boom económico de los sesenta y setenta lo que propició esta nueva situación, aunque tampoco podemos olvidar todas las específicas condiciones administrativas que han caracterizado a Mahón desde hace muchos años. Otra causa ha sido la movilidad social que ha venido propiciando el turismo en las últimas décadas sin olvidar a todos los estudiantes que, después de unos años, han regresado a la Isla con parejas de otras procedencias.

Si eso ("aquest mesclorum") da carácter cosmopolita a la ciudad también exige unas políticas especiales para dar acomodo y satisfacción a todos los diferentes habitantes de la nueva condición de la ciudad.

Las políticas llevadas a cabo por algunos partidos políticos de carácter localista o muy basados en preservar unas esencias que no son compartidas (ni asumidas) por muchos habitantes actuales de la Isla, han podido enrarecer la convivencia en la Menorca actual. No se puede forzar al cuerpo social isleño de principios del siglo XXI a "pasar por el aro" con el pretendido fin de "cohesionar una sociedad" en una determinada dirección. Ya afirmamos que esa cohesión social solo se consigue con la participación voluntaria (e individual) de todos los habitantes en un proyecto unitario. Cuando aquel voluntarismo no existe (por las causas que fuesen: por falta de convencimiento, falta de acuerdo social, por desafecciones varias, etc.) la imposición daña la convivencia social.

Por una parte están los que sostienen (como diría Pereira) que ellos son los monopolistas de las esencias de la Isla. Son quienes pretenden delimitar y definir las características del "menorquín andante" según su prisma ideológico intentándolas imponer a los demás. Pero hay otros sectores que, más complacientes con la globalización humana (y cultural) del mundo actual, rechazan aquellas imposiciones y defienden, al tiempo que aceptan, otras realidades basadas en la experiencia diaria de la vida mahonesa. Tengo una muy querida amiga que considero un buen ejemplo para identificar y conocer la personalidad del Mahón de nuestros días. Hija de un militar ("peninsular") de alta graduación y de madre mahonesa de conocida familia, puede resumir en su persona una de las características principales de la actual identidad mahonesa: el cosmopolitismo.

Si el cruce sanguíneo acostumbra a producir hermosos ejemplares humanos, en este caso la naturaleza ha perfeccionado su obra consiguiendo una nota "cum laude". El resultado de la comunión de dos culturas no siempre es letal para una de ellas, sino que puede, contrariamente, ser enriquecedor al complementarla.

La sociedad bilingüe siempre es superior a la que posee una única lengua de comunicación. Ver como mi amiga es plenamente menorquina sin dejar de lado sus genes extremeños, es toda una muestra de lo positivo que resulta la confluencia de dos culturas. Verla bailar con su hermana "Noches de bohemia" es un homenaje a la plasticidad más bella. Sí, unas menorquinas auténticas pueden "echarse un baile flamenco" con total pureza. Una muestra perfecta de la convivencia de culturas que resume la historia del Mahón del último siglo y que des-ilusiona a algunos que no quieren aceptar la realidad que vivimos. ¿No será porque eso les "desestructura" sus intenciones de ingeniería sociocultural planificada?

Notas:
-En lugar de dedicar 7 millones de euros (Oh! My God!) a interpretar y a vislumbrar pájaros desde lo alto de un montículo ¿por qué no dedicarlos a hacer llegar más "pájaros de acero" para que los menorquines podamos comerciar y "turistear" libremente… como pájaros?.
-La elección de la radical nacionalista Armengol como nueva mandamás de los socialistas baleares es un regalo para el PP y una buena noticia para UPyD. Para el PSOE es un fracaso seguro.
- ¿Para cuándo un homenaje del Ayuntamiento de Mahón a Quico Fornals y a Margarita Caules, dos mahoneses que, hace ya muchos años, aman y defienden las características de su ciudad?