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La primavera llegó pronto este año. Ya en la primera semana de febrero florecían los crocuses y al cabo de una semana eran los gladiolos los que florecían. Aquí, la zona Este de Tennessee junto a las Smokie Mountains, es una de las regiones de Estados Unidos con mayor variedad de flores salvajes. Según la guía de flores salvajes de la Universidad de Tennessee, hay unas 1.500 especies nativas de plantas con flores.

En los primeros años que vivía en Oak Ridge acostumbraba a hacer excursiones a las Smokies durante el periodo de primavera a otoño para fotografiar las diferentes especies de flores. Tengo montones de fotografías y llegué a reconocer bastante bien las diferentes especies. Claro que con los años muchas de las cosas almacenadas en la memoria tienden a esfumarse y ahora me cuesta más trabajo reconocerlas.

Pero no solo son las flores que nos alertan aquí de la llegada de la primavera, los pájaros nos traen también la noticia de su llegada. La variedad y colorido de los pájaros es algo que aún me sorprende. En la Menorca de mi infancia estaba acostumbrado a observar los pájaros, pero nunca había visto la variedad de plumajes que observo aquí.

Durante todo el año nos suelen visitar pequeños grupos de pinzones, con su discreto plumaje mezcla de marrón y toques rojizos, y los piñoneros de similar colorido. Con la primavera llegan los jilgueros, más numerosos y con el vibrante color amarillo de sus plumas. Todos se pelean por un sitio en los comedores que están distribuidos por el jardín.

Los cardenales vienen en parejas, el macho con el brillante color rojo de sus plumas y la hembra, más discreta, de plumaje marrón. No suelen ir en grupo y por su mayor tamaño suelen imponerse sobre los jilgueros.

Buscando comida entre las hojas secas que cubren buena parte del jardín están los petirrojos y las urracas azules. Estos también suelen llegar por primavera, aunque el colorido hace que se les note de lejos, su canto, más bien pitidos no tiene la sonoridad de otro.

Los colibríes también abundan, pero suelen llegar cuando está más avanzada la estación, su pequeño tamaño y rápido movimiento de alas casi les confunde con algún insecto de gran tamaño. Ellos tienen sus comedores especiales de zumo con la apariencia de una gran flor.

Mucho más discretos de plumaje son las diversas variedades de paros, en particular el paro carbonero, currucas, tordos y trepadores. Todos ellos moviéndose de árbol en árbol. Naturalmente también nos visitan grupos de cuervos y algún halcón que pasa en busca de su alimento.

Pero de todos los visitantes, los más llamativos por tamaño y colorido son las diversas especies de pájaros carpintero. Se les nota por su martillear los troncos de los árboles y la fachada de la casa. Los más corrientes son los de plumaje blanco y negro con unas plumas rojas en la cabeza, esos viene cada día por su ración de semillas mezcladas con sebo. Mayores y de color más variado, difícil de describir con palabras, están los flickers.

Pájaro Carpintero. Dryocopus pileatus

El que se lleva el premio en tamaño y vistosidad, es el carpintero pileatus, el que muestra la foto adjunta. Su martilleo domina cualquier otro ruido y su brillante cresta roja se distingue de lejos, pero sus visitas son más escasas que las de los otros carpinteros.

No recuerdo haber visto pájaros carpinteros antes de mi llegada aquí, pero sí conocía a esta última variedad. La conocía de las historietas y películas de dibujos animados de mi infancia. Ese pájaro carpintero es el que sirve de modelo del Pájaro Loco. Ahora puedo decir que si el Pájaro Loco nos visita es que la primavera ha llegado.