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El recientemente constituido Círculo de Economía de Menorca ha emitido / evacuado su primer informe sobre la materia que justificó su creación. A pesar de sus indiscutibles buenas intenciones, creo que este informe inicial roza la decepción ya que sólo abunda en las generalidades ya conocidas. No se moja. No presenta novedad alguna. "Nihil novum sub sole".

Recordar que el transporte es fundamental para la isla es abundar en lo que cualquier ciudadano menorquín puede comprobar por experiencia propia. Abogar por la técnica es obvio. Apoyar la industria es connatural con la diversificación económica. Afirmar que la isla no sabe hacia dónde se dirige (o se quiere dirigir) es repetir un tópico ya cansino después de décadas de usarlo. Abogar por explotar la denominación de Reserva de la Biosfera es recurrente cuando muchos menorquines piensan (porque lo comprueban) que la isla es, más allá de la crisis, mucho más pobre desde que se nos endilgó ese "honor" (no es oro todo lo que reluce).

Por otra parte, defender a ultranza el patrimonio monumental como medio para promocionar la isla no es más que voluntarismo "al dente" ya que un talayot nunca será motivo de atracción para un turista europeo cansado y deseoso, solo, de sol y playa. Menorca no es Egipto. Las cuestiones minoritarias no deben ser propuestas como soluciones mayoritarias. Por tanto, algunos piensan que este "Círculo", con evidentes pretensiones de tornarse en el "think tank" de la isla, debería de esforzarse y concretar más. Debería de concretar y denunciar lo erróneo para proponer lo correcto.

Después del transporte, el siguiente gran problema de Menorca son los mismos menorquines. La mentalidad de algunos de ellos. Una parte importante de isleños son absurdamente conservadores y viven encerrados en sus parámetros localistas. Ello influye en todas las actividades que se desarrollan en la isla. Esta actitud se ha visto promocionada y desarrollada en los doce últimos años por las mentalidades folclóricas que han gobernado la isla y que solo se han cuidado de que cada mañana amaneciera y de que la gente estudiase en un idioma minoritario que sólo capacita para trabajar en una administración absurdamente sobredimensionada (8 ayuntamientos y un Consell Insular para 80.000 personas. ¡Too much, baby!). ¿No sabían que hay un mundo tecnificado y globalizado más allá de la isla?

Menorca es una sociedad amorfa desde hace ya muchos años (¿los derechos de la democracia han dormido su iniciativa? ¿O han sido algunos políticos quienes la han dormido?). Una sociedad dirigida y silenciada que ni tan solo es capaz de convocarse frente al Consell Insular para decir ¡basta! a tanto despilfarro, a tanta humillación frente a Palma, frente a Madrid y frente al catalanismo que nos destruye como pueblo con identidad propia.

Algunos menorquines deberían de dejar de soñar con que Menorca es algo especial: No somos especiales. Ni mejores ni peores que otros. Somos unos más en medio del Mediterráneo. Incluso tenemos más problemas que otros. Yo los listo de la siguiente manera: más aislados que el resto, más conservadores que el resto, más apegados que el resto al aldeanismo secular, más incapaces de luchar por lo propio que el resto, menos decididos a exigir, más contaminados por el dogma de los supuestos derechos adquiridos, más "autoadmiradores de ombligos", más individualistas que otros, más entregados que nadie a unos educadores talibanes que anteponen ideología a formación, con pocas pretensiones de grandeza (¡bonu, per Menorca ja n' hi ha prou!), fáciles de dominar…

Muchos isleños viven alejados del mundo moderno, son conformistas, con escasa capacidad de autocrítica, con parte de la juventud estropeada por lo fácil, por la mentalidad de la siesta permanente, acomplejados ante las directrices absurdas de los folclóricos, incapaces de reaccionar ante las causas que nos empobrecen, etc. Cuando el "Círculo" quiera mojarse, cuando detecte realidades a reparar, cuando se deje de obviedades, merecerá la aprobación, entretanto solo es "fum de formatjada".


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Notas:
- Lamenté no poder asistir a la conferencia de Pau Seguí en el Ateneo de Mahó – Mahón. El Secretario General de PIME es una de las personas mejor informadas de la isla y sus consejos/ comentarios no deberían de caer en saco roto.

- Según la información publicada en este diario, un asistente al mismo, el presidente de Ascome, vino a preguntarle si la iniciativa empresarial estaba de capa caída en la isla. La respuesta de Pau Seguí confirmó la lamentable realidad actual de la isla. Sí, está de capa caída. La permanente promoción del estatalismo de estos últimos años desde el CIM ha resultado nefasta para la isla.