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Si después de la más dura reforma laboral que se ha conocido en España a costa de los trabajadores; si después de utilizar a los funcionarios como el yunque donde primero golpea el gobierno de turno, obligándoles a cobrar menos y encima a trabajar más horas; si después de subir la cotización a los que declaran a la Hacienda Pública y rebajársela impúdicamente a los defraudadores; si después de conceder a los empresarios lo que nunca soñaron tener; si después de subir la luz un 7% a los ciudadanos y a las grandes empresas apenas nada , el butano, el gas… Si después de todo eso, el Sr. Rajoy y su gobierno no consiguen crear empleo en un periodo de tiempo prudencial, descubrirán con qué rapidez las cañas se vuelven lanzas, y nada me extrañaría que eso significase pedir a coro adelantar las elecciones, pues puede suceder que la receta que se está utilizando, en vez de curar al enfermo, acabe por matarlo. Además ¿qué harán el año próximo si no han conseguido crear empleo y no les queda de dónde seguir recortando?


En estos momentos, apenas cumplidos los 100 días de gobierno, todos los indicadores económicos están peor que estaban. Decían los del PP que nada más llegar ellos al gobierno, convertidos a sí mismos en un gobierno serio y solvente (¿?) el crédito fluiría y se empezaría a crear empleo. Si alguna vez Rajoy se creyó eso, ahora ya sabe que los bancos siguen igual cuando no peor, y que el paro le va camino de los 300.000 parados más. Por si todo eso no fuera ya alarmante, la dichosa prima de riesgo el Jueves Santo estaba en 409 puntos. 400 puntos era guarismo sicológico, que anunciaba, se decía, una intervención inmediata. La verdad es que se han puesto los indicadores al rojo vivo. Estamos a punto de ser intervenidos; además también tenemos un número de parados superior a Irlanda, Portugal y Grecia. Los tres países europeos intervenidos. Hace un par de días, alguien dijo desde Bruselas que la reforma laboral del Sr. Rajoy no creará empleo.
Parece un principio lógico, al menos a mí me lo parece, que cuando los que tienen que consumir se les rebaja el salario y ven además que pueden perder su trabajo, porque con la reforma laboral eso les puede pasar con mucha facilidad y reducida drásticamente su compensación económica en caso de despido, se consume menos, y si el consumo está aletargado lo que genera de inmediato es que la producción se ralentice, so pena de crear stocks insostenibles. Estamos ante la cuadratura del círculo, la antítesis para crear puestos de trabajo y animar a nuevos inversores. Ese es el carné de ruta que nos acaban de imponer.

Ojalá que no, ojalá que me equivoque, pero puede suceder, que el gobierno saliente al gobierno actual le haya dejado una mala situación, pero pueden conseguir empeorarla. Y así será si desgraciadamente fracasa su gestión. Su paso al frente del gobierno sería entonces el más nefasto de la historia. Los trabajadores habrían perdido en menos de tres meses los derechos que tantos años les costó conseguir. Y eso no sería todo, pues quedarían en esa precariedad sólo Dios sabe hasta cuándo.

Ya me habría gustado que la decisión que ha tenido Rajoy y su gobierno en lo de la reforma laboral, la hubieran tenido el Sr. Aznar y sus gobiernos o el Sr. Zapatero y sus gobiernos para haber "pinchado la burbuja inmobiliaria", y poner orden y racionalidad. Sentido común simplemente en aquella "locura" de terrenos que no servían ni para que comieran las cabras, y convertirlos por pura usura en una mina de oro para especuladores ¡Almas de cántaro! Que no se enteraron ni de por dónde les venía el viento, ofuscados gestores, torpes gobernantes, que no sólo consintieron, sino que propiciaron que se gestara un monstruo que ahora ha llevado a la ruina a las clases humildes que se embarcaron en hipotecas de por vida, parejas de jóvenes que se casaban o convivían como parejas de hecho, sin darse cuenta que en aquellos matrimonios eran tres en vez de dos: el chico, la chica y la hipoteca, que ha terminado por arruinarles la vida. Torpes gobernantes que no cogieron a los bancos por la solapa de sus desvaríos ni a los especuladores inmobiliarios por los cataplines. Especuladores de toda grey, que se enriquecieron a costa de arruinar el país para muchos años y a algunos jóvenes de por vida.

Ahora sí, ahora mira tú por dónde, ahora sí se ha cogido al toro por los cuernos, pero hay un problema, y es que a los que el gobierno ha cogido no han sido los culpables de la situación, sino a los asalariados, a los parados, a los inocentes, a los que sin catarlo ni beberlo siempre acaban pagando los desmanes de malos gobernantes y especuladores sin alma, que encima en España, por todo el daño causado, no van a ser imputados. Por no ser, no van a ser ni siquiera acusados.

Milagrosamente, ante una gravísima situación, no tenemos ningún culpable de la misma, cómo si aquí pudiera llover sin nubes, cómo si aquí pudiéramos tener montañas sin altitud. Dijo el torero que "hay cosas que no pueden ser y además son imposibles". Se equivocó. En España tenemos cosas, que no pudiendo ser y además por imposible que sean… son.