TW
0

Es muy difícil entender así sin más, algunas consecuencias que se derivan de la aplicación judicial de nuestro ordenamiento jurídico ¿Por qué para algunos nada más prestar declaración ante el juez, este ordena que ingresen en la cárcel? (y en prisión uno está frente a frente con el paso del tiempo. No hay nada más aterrador. Escrito en la pared de la celda de Nelson Mandela) ¿No habíamos quedado en que uno es inocente hasta que no es juzgado y un juez emite el fallo de culpabilidad? Pues si no es culpable ¿qué hace en la cárcel? Creo que debe de ser porque el juez ve indicio de culpabilidad y existe en su criterio algún riesgo si continua libre: porque puede fugarse o manipular pruebas, incluso haciéndolas desaparecer. Puede ser también por temor a que cometa una nueva acción punible. Todo eso si lo entiendo; lo que ya se me hace más cuesta arriba, es que cuando se le impone una fianza parece que todas esas posibilidades queden anuladas por el vil metal. Es decir, que tras depositar la cuantiosa fianza, un sujeto, pongo por caso, que con el dinero ajeno ha cometido mil y una tropelías, ya no va a manipular pruebas, ni va a comprar voluntades, ni se va a fugar, ni nada de nada. Ya sé que también depende del juez el poner o no poner fianza. Yo me refiero a los casos en que la pone. A mí me hace pensar, qué quieren que les diga, que las fianzas conviertan a los presuntos delincuentes en personajes honorables o casi, si no, no me lo explico.

Otro tema que no tengo yo momento para acabar de comprender, es el asunto de los dineros robados. Venga de millones sustraídos al erario público o de cualquier otro lugar, va la policía y algunas veces trinca al delincuente (mayormente de guante blanco). Un juez lo juzga y abogados y fiscales acatan todos finalmente la sentencia. Unos porque es lo que pedían y otros porque las sentencias son para acatarlas. Total que le caen encima 20 o 30 años de cárcel (será por años). Al final el delincuente, que como tenía de donde trincar, agarró un buen montón de millones ajenos, pero tanto fue el cántaro a la fuente, que le trincaron a él, acabando con sus huesos en Alcalá-Meco, y ya digo, de entrada una pila de años. Pero mira tú por dónde, puede que en la cárcel no esté ni la mitad de ese tiempo. Finalmente saldrá a la calle. Y aquí es donde ya me hago un lío, porque sale sin devolver un céntimo de los millones robados. Total, que le sale cada año de cárcel como si le hubieran estado pagando el mejor jornal en el Banco de España.

Fíjense que ni siquiera me acabo de creer que lo acabo de decirles, sea exactamente así como lo cuentan, porque si es así, apaga y vámonos.

Como ese otro frecuente y absurdo asunto de cuando por fin el presunto culpable o mejor presunto inocente, se sienta en el banquillo para que un juez con el código jurídico en la mano o en la cabeza, vea que cosa se puede hacer con semejante individuo/a. Pero hete aquí que al Sr. Juez de pronto le da como un arrebole en la faz al comprobar nada más mirarse las fechas, que "aquello" ha prescrito y adiós el presunto proscrito. Eso en derecho, poco más o menos quiere decir: "adquirir un derecho real por virtud de posición continuada, o caducar un derecho por lapso del tiempo señalado a este efecto". Pues eso es prescribir, amén de otras florituras de la farragosa literatura jurídica. Lo que para mí tengo en puridad que quiere decir, que como no se le ha juzgado en tiempo, ya no se le va a juzgar "y punto pelota".

Ante algunos de esos casos especialmente llamativos por ser quiénes eran los que les ha caído en suerte tanta suerte, déjenme que me haga unas reflexiones: Un presunto al que le prescribe lo suyo, ¿qué cosa es la que es? ¿Deja de ser también presunto al no ser declarado culpable ni inocente? ¿Es pues inocente por el hecho de no haber sido declarado culpable por un defecto de forma?

Porque culpables de esos, a mí se me hace que los hay, por más que no hayan sido ni siquiera juzgados, como también pasa lo que dice Sabina en su canción "hay mentiras que ganan juicios". Esa persona será declarada inocente por un juez, pero es culpable. Sí, ya sé, la justicia no es infalible ni los jueces tampoco. Una cosa sí está clara: una persona será culpable ante la Ley cuando así lo dictamine un juez, pero puede ser inocente.

Creo lamentablemente que voy a seguir en esa nebulosa al no terminar de comprender lo que debería ser fácil de comprender por lo serio que son estas cosas de la justicia, pero es que no me lo ponen fácil.