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Cuando España tiene en estos momentos la economía como la tiene. Cuando miles de parados, por no tener, no tienen ni subsidio de paro de donde cobrar unos pocos euros para malvivir, en España hay gentes que se están enriqueciendo, y algunos, precisamente, gracias a la crisis. Fíjense en el siguiente dato: cuatro años atrás, por un apartamento, pongamos en alguna zona de la costa levantina, pedían por él de 25 millones de pesetas hacia arriba. Ahora, ese mismo apartamento, puede comprarse prácticamente por la mitad. Conozco el caso de una señora que acaba de comprar cuatro y ha pagado como si hubiera comprado dos.

Es evidente que no es un buen momento para vender, aunque hace muchos años, que no hubo un tiempo mejor para comprar, con lo cual algunos están haciendo su agosto.

Otros se están haciendo ricos a pesar de la crisis, porque parece que esté en su naturaleza el cobrar una millonada por sus trabajos, tanto si hay crisis como si no.

La crisis es lo que tiene, que siempre castiga al que no tiene, y que además, tampoco tiene ninguna culpa del desaguisado especulativo que nos ha llevado a esta situación.

Fíjense ustedes en los siguientes datos: un tal Pablo Isla, presidente de Inditex, recibió un premio de su empresa en acciones de 13,7 millones de euros, y todo para festejarle su nombramiento como presidente. A esa fabulosa cantidad hay que añadir 4,3 millones en efectivo y 2,278 millones devengados, aunque no cobrados, por ser un incentivo fijado a largo plazo. De manera que sumando lo que le supuso a este "trabajador" en el año 2011, nos encontramos que le ha venido Dios a ver con 20,3 millones de euros. Una burrada como de 3.320 millones de pesetas al año, unos 276 millones de pesetas al mes ¿es obsceno o no es obsceno? Fíjense que estamos en plena crisis. No crean que sea el único caso. A otro "trabajador, un tal Alfredo Sáenz, le pagaron 12,7 millones de euros. El tercero en la lista de estos "trabajadores" es un tal César Alierta, que trabaja de presidente de Telefónica. Cobró el pobre hombre 6,91 millones en metálico, además 145.544 acciones, valoradas en 2,287 millones, más 1,02 millones en concepto de contribuciones a planes de pensiones, más otros 60.000 euros en especie. Total 10,27 millones de euros. Podríamos seguir agregando nombres de individuos a los que se les paga cifras millonarias. Por ejemplo, Antonio Brufau, presidente de Repsol YPF, con 10,12 millones de euros. José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, con más de 9 millones .Y así seguiríamos con un largo etc. que por no aburrirles no creo necesario continuar con el ejemplo.

Ya me contarán ustedes qué clase de crisis es la de estos… digamos trabajadores, que digo yo, que para ganar lo que el tal Isla, deberá ser porque trabaja el tío, por lo menos 500 horas todos los días. En fin, que vaya papelón lo de estos directores a la hora de pedirles a sus trabajadores, que como la cosa viene tan mal dada, que se aprieten el cinturón, cuando alguno de ellos, puede que no sea mucho más allá de mileurista.

¿Ven ustedes cómo algunos a pesar de la crisis se están haciendo ricos?