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Gracias a los medios, se ha cazado al Rey cazando elefantes. Las matanzas de elefantes se cometen por las bandas de criminales para arrancarles los colmillos de marfil y después los venden a otros criminales que los compran y comercializan. Por eso es un acto que la inmensa mayoría de la población mundial rechaza y condena. Solo por este acto vandálico, el Rey, no debería participar en las matanzas de ningún animal, sean elefantes, ballenas u osos.

El Rey ha dado una imagen nefasta ante la opinión pública de España y el mundo .Ha demostrado con esta metedura de pata y de cadera, que es una persona insensible y está ajeno a la actualidad y los cambios que se están dando en el mundo y en pleno siglo XXI.
Don Juan Carlos, no se ha roto la cadera cazando liebres o jabalís para comer, en ese caso sería muy distinto; el Rey se rompió la cadera cometiendo actos criminales contra los animales indefensos que están ante las armas automáticas y la mala conciencia de seres humanos.

Todos somos iguales ante la Justicia, al menos en el papel dice eso y nadie está por encima de la misma, ni siquiera el Rey, porque, éste, está sujeto a quienes están por encima de él. El Pueblo Libre y Soberano.

La imagen que debe dar el Rey, es la contraria a la que ha dado. Sí, ya sabemos que ha hecho su trabajo como primer personaje público en España y casi todos los españoles lo reconocemos, eso nadie lo niega, pero eso no le da derecho a fomentar y brindar soporte a la matanza de animales, en este caso elefantes, solo por el placer de disfrutar con una acción que demuestra una insensibilidad asombrosa por parte del Rey ante la realidad actual.

Esperamos que se recupere pronto y aplaudimos la gallardía de asumir su metedura de pata y cadera ante la opinión pública española. Ha dado una imagen ante las nuevas generaciones de violencia e insensibilidad y ha perjudicado a la imagen de España y de los españoles, además de los gastos que ocasiona a las arcas de la sanidad del Estado y, más, en estos tiempos de recortes y vacas flacas que todos estamos padeciendo. Ya sabemos que no debió tener que esperar la larga lista de espera del hospital para ser atendido como muchos de sus conciudadanos lo hacemos, por ser quien es el.
Esperemos que el Príncipe Felipe no tenga estas aficiones afines a su padre. Deberá estar más acorde con los tiempos actuales en que vivimos. No se puede ir a pedir ayuda a los señores del petróleo porque la cosa en España está muy mal y después se va a cazar elefantes, a escondidas del pueblo, para que nadie se entere . Pues le salió el tiro por la culata porque todos nos hemos enterado. Seguro que a la mayoría de españoles no nos hace ninguna gracia tener un monarca con esas tendencias y aficiones. Navegar , esquiar gratis, exhibir a su amiguita en el extranjero mientras desprecia y ofende a su legítima esposa, la Reina Doña Sofía lo aceptan algunos españoles y lo pagamos todos pero, eso de irse a aniquilar especies de animales que ya están siendo masacradas por contrabandistas, no es de recibo.

Estamos sufriendo las meteduras de patas de presidentes de gobiernos, gobernantes y un sin fin de personajes públicos que han abusado de la paciencia del pueblo español que aguanta y paga las consecuencias de estas insensateces y que por estos malos gestores públicos, estamos con el agua al cuello. No creo que sean aceptados ni aprobados por la mayoría de la sociedad española más actos de insensibilidad como estos cometidos por personajes públicos del Estado.

El Rey de España, ha estado cazando elefantes, osos y quien sabrá que mas. Esto es un mal ejemplo para las juventudes venideras, empezando por su descendencia y nada acorde con los tiempos que corren. Si queremos transmitir a las nuevas generaciones valores para mejorar como personas, respetar y amar al ser humano y a la naturaleza, debemos demostrárselos con hechos o será absolutamente contradictorio con lo que se predica a las generaciones de jóvenes.

Si no se predica con el ejemplo, de nada sirven los discursos navideños adornados con luces , árbol. Nacimiento y buenas palabras. Los hechos son los que cuentan, hechos y menos palabras, esto es lo que demanda la sociedad española que ya empieza a estar harta de tantos ineptos con buenos cargos que han arruinado al país.

El pueblo que es quien está por encima del Rey y de los gobernantes, es quien debe emitir un juicio y una condena al monarca. Lo mismo que en el juzgado el juez condena en nombre del Rey al acusado, en esta ocasión, es el pueblo quien deberá emitir una sentencia.

Por mi parte, como miembro de ese pueblo al que pertenezco y que está por encima del mismo Rey, emito mi voto de sentencia y digo: Veredicto: culpable.