La escena. Cuatro marines americanos, tipo G.I. Joe, con sus tropecientos abdominales diarios, guapos no, lo siguiente, con su formación experimentada en todo tipo de arsenal militar, capaces de matarte dos veces antes de que toques el suelo y sin que te des cuenta. Entre ellos, el Sargento Smith, un treintañero que cuando no está salvando el mundo de ataques alienígenas colabora protegiendo la selva de la tala abusiva de árboles o salvando focas en el Polo Norte. Una sonrisa que derrite hasta el corazón de hielo más duro y que ha dejado en casa una esposa, Mery, que prepara un estofado estupendo, y dos hijos, Paul y Anne, a los que quiere con locura. Por ellos se encuentra delante de una bomba atómica que únicamente él está capacitado para desactivar. Y el reloj, con su correspondiente cuenta atrás, corre sin miramientos. 00:00:13, 00:00:12, 00:00:11... Debe tomar una decisión ya, ¿cortar el cable azul o el rojo?
Asseguts a sa vorera
A la americana y a la española
21/04/12 0:00
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