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Ignasi Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha escrito un libro titulado "Cómo percibimos el mundo". Leo la entrevista que le hacen, como parte de la promoción, en "La Vanguardia" del 26 de abril. Afirma, entre otras cosas: "Fuera de nosotros no hay luz, gusto ni tacto". Por lo visto, fuera de nosotros, el panorama es bastante tétrico.

La percepción es un proceso constructivo. Mediante dicho proceso, nuestro cerebro transforma la materia y la energía que inciden en el organismo, en forma de sensaciones, y las organiza como un conjunto dotado de significado. Lo que captan los órganos sensoriales debe ser interpretado como un todo, para que podamos formarnos una visión significativa y coherente de la realidad. Las cosas son según como las percibimos. Sin cerebro no habría percepción; y sin percepción, no habría cosas. Por eso, Marcel Proust afirmaba que el auténtico viaje de descubrimiento no consiste en ver nuevos paisajes, sino en saber mirar…

Paseando por entre los tenderetes del Día del Libro, me llama la atención ésta obra, porque Ignasi Morgado - que en 2008 vino a dar una conferencia en el "Ateneu de Maó" - fue profesor mío cuando estudiaba Psicología. Y me trajo algunos recuerdos.

Veo la foto actual y ha envejecido desde entonces. Ahora tiene el pelo cano. Resulta curioso, que el paso del tiempo produzca estas transformaciones (o mutaciones) en nuestro aspecto físico. Por un extraño efecto de la percepción, yo me veo igual que siempre.

Nuestro cerebro posee una enorme capacidad plástica y adaptativa. Aunque a veces nos engañe o pueda inducir a error, gracias a él hemos conseguido sobrevivir y multiplicarnos. ¡Cuántas maravillas le debemos al cerebro! También es cierto que junto a muchos ejemplos de coeficiente intelectual elevado, existirá siempre una proporción descomunal de lo que Barak Obama llamaría "cabezas de chorlito".

Ante la misma información, reaccionamos de manera diferente. Veo un cartel que anuncia: "Les forces que van plegar i rompre Menorca". Se trata de una convocatoria para asistir el domingo, en Binimel·là, a una explicación sobre el terreno de cómo se formó geológicamente la isla. La misma frase puede ser interpretada de forma distinta por un geólogo… o por un militante del PSM. No pueden ver el mundo igual, Jaume de Ciutadella, Patxi de Bilbao o Isidoro de Sevilla. El lugar de nacimiento nos influye más de lo que imaginamos, pues moldea, matiza y educa nuestras primeras percepciones. Por otra parte, ¿Tienen los cerebros de hombres y mujeres algunas diferencias? Y en caso afirmativo, ¿Puede el cerebro masculino captar esas diferencias? Hay demasiadas lagunas sobre este tema, todavía…

"Fuera de nosotros no hay luz, gusto ni tacto"… Así que uno llega a pensar que si no fuese por mi modesta actividad cerebral, aquel joven profesor que hace años nos hablaba entusiasmado sobre las admirables leyes de la percepción y del sistema nervioso, ahora ni siquiera existiría.