TW
0

Zapatero decía que no había crisis ¡Menuda vista la suya!. Rajoy que no subiría el IVA ¡Cómo para fiarse! ¡Ah! Y qué de ser intervenidos o de que hayamos estado o estemos al borde del precipicio, nada de nada ¡Ay Don Mariano! Qué ha bastado siete meses para que este pueblo lo tenga ya muy, pero que muy calado. Cuando usted dice que no, es un no que sí, y cuando dice que sí, es un sí que no ¿me entiende? Es decir, cuando usted o alguno de sus ministros dice que esto o aquello no lo van a hacer, ya podemos ir dándolo por hecho. Fíjese, ya los hay que no preguntan ¿Qué han dicho que van a hacer? Se han dado cuenta, que esta pregunta hay que formularla al revés ¿Qué han dicho que no iban a hacer? Porque eso que nos dicen que ni remotamente tienen pensado llevar a cabo, nos lo aplican de golpe y porrazo sin que exista ni siquiera la posibilidad de ser discutido. Es el resultado de la mayoría absoluta aplicada con rigor "esto son lentejas tanto si las quieres como si no".

Por eso señor presidente, con el delicado asunto de las pensiones, ha dicho usted lo mismo que nos dijo con el IVA: "No tengo intención de bajarlas". Esa afirmación, viniendo de usted, créame, preocupa a cualquiera, como le está pasando ahora con la posibilidad de otro rescate. En puridad el primero fue el de la banca, aunque eso sí, usando todos los eufemismos, incluso los insostenibles, para evitar la palabra rescate. Ahora dice usted que "no tengo tomada ninguna decisión, y haré lo que convenga al interés general".

Tampoco hace falta ser un fino analista, basta con tener un poco de memoria para recordar todas las cosas que han hecho y que decían, por activa y por pasiva, que no harían nunca. Además, déjeme que le diga, que resulta significativo que no haya negado usted ahora el rescate con esa rotundidad con la que lo hacía cuando negaba autoritariamente, que fuera a darse ni siquiera, el hecho de esa posibilidad. Ya le digo, Zapatero negaba la crisis, por qué entre otras cosas, tenía todo un atajo agavillado de asesores que andaban en eso de la crisis más perdidos que un cangrejo en un garaje. Además, Zapatero en sus mermas, que por eso tampoco eran pocas, fiaba más en el talante que en el talento, y así le fue. Usted en eso del rescate, anda igual de fino que Zapatero. No lo ha visto, ni lo ve, ni lo verá, hasta que el rescate, un día de estos, le llame a usted a la puerta de la Moncloa, toc, toc, soy yo, y salga usted con la bata y las pantuflas y exclame ¡Anda, pero si es el rescate! Entonces usted, tirará de rueda de prensa y zanjará su presbicia político-financiera, diciéndonos que ha tenido que hacer lo que más conviene a los españoles, o cualquier otro eufemismo que se le ocurra.