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Si he reivindicado la política keynesiana para el gobierno, ello es válido en particular para Menorca. La isla cuenta con un instrumento potencial para su recuperación que debería ponerse urgentemente en marcha: El Parc Bit. Este vivero de empresas podría reactivar la tradición menorquina de creatividad empresarial; facilitar el progreso de los jóvenes con vocación emprendedora con alta elasticidad; y elevar renta y empleo en Menorca.

¿Por qué este instrumento que supone inversión garantizada en capital humano, fruto de un inteligente acuerdo entre la UIB, el Govern Balear, el CIM, el Ayuntamiento de Alaior y la Asociación de Propietarios del Polígono Industrial La Trotxa de Alaior no acaba de funcionar con mayor actividad?

Vaya por delante que no sólo se trata de levantar o crear empresas industriales o de nuevas tecnologías, sino a cualquier tipo de empresa con un proyecto viable-rentable. Los promotores que se acogieran podrían disfrutar en el Parc Bit de Menorca, durante varios ejercicios, de asesoría, servicio financiero, local y asistencia técnica adecuada para el despegue de la empresa proyectada. Actualmente una docena de empresas de nueva creación están vinculadas al Parc Bit, unas pocas con disponibilidad de local y una veintena ya se beneficiaron de sus eficaces servicios.

La parcial paralización del proyecto responde a que una dotación por importe 5 millones de euros para promocionar la sede del Parc Bit en Alaior no ha llegado a Menorca, a pesar de ser una partida aprobada por el gobierno anterior destinada al Parc menorquín con carácter finalista.

Al parecer las causas de aquel despropósito son: 1) La carencia de tesorería del Govern Balear que fue el destinatario efectivo de aquella partida. No obstante, de ser así, el importe debiera haber sido consignado presupuestariamente a su destino legítimo. 2) Que, según el Govern, el mantenimiento del Parc Bit acarrea un gasto anual de unos 200 mil euros (datos publicados en prensa), que al parecer considera excesivo; no obstante, este criterio implica un agravio comparativo para los jóvenes empresarios menorquines, ya que el Parc Bit de Mallorca supone para el Govern Balear conforme datos publicados en prensa diaria, unos 2.900.000,- euros de gastos de mantenimiento cada año. Y 3) quizás la falta de voluntad suficiente de los responsables presupuestarios de impulsar un instrumento oportuno para formar y dar salida al capital humano y a la creación de un tejido industrial en Menorca, que reclama por derecho propio el afianzamiento del Parc Bit de la Isla.

Quiero añadir que en opinión expresada por empresarios de éxito, con experiencia, el mantenimiento del Parc Bit se autofinanciaría. Asimismo su establecimiento, conforme los recursos a que tiene derecho, el proyecto generaría efectos multiplicadores sobre la renta y la ocupación a corto plazo, al tiempo que el acervo de capital humano que crearía sería garantía de crecimiento económico a medio y largo plazo.

Es muy a tener en cuenta la advertencia de don Antonio Sintes, exvicepresidente de CAEB y prestigioso empresario promotor del proyecto, de que si antes de terminar el año 2013 no fuese ejecutado dicho proyecto, los recursos tendrán que ser devueltos al Gobierno Central, lo cual debe pesar sobre el Ejecutivo balear.