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Dijo Rajoy que subía el IRPF para no subir el IVA. Pero como este hombre es el espíritu de la contradicción trabajando como presidente, lo que ha terminado haciendo ha sido subir ambas cosas. Con la de veces que aseguraron que no subirían el IVA, que eso era de mal gobernante. Les va a crecer la nariz un par de metros. Además se supone que deben saber, que subir tanto el IVA, significará que el consumo se ralentice, se contraiga, máxime en una población muy asfixiada económicamente, con unos impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) por encima de las nubes, con pensiones de supervivencia, salarios recortados, la paga de Navidad a los trabajadores públicos volatizada de un plumazo; la gasolina más cara de Europa, además del gas y la electricidad. Y, ahora de repente, un IVA exagerado, también el mayor de Europa después de Portugal. Fíjense que comprar un coche, supondrá unos 600 euros de IVA más otros 500 de media durante el año por otras compras. A lo que hay que añadir el repago de los medicamentos y esa verdadera barbaridad del costo completo en más de 400, muchos de ellos usados por la gente mayor al padecer enfermedades inherentes a la vejez, como pueden ser los dermatológicos o la sequedad en los ojos. Un medicamento muy caro para un pensionista, que no van a ser pocos los que tendrán que renunciar a su uso por no poderlos sufragar, con lo que eso supone para su salud.

El problema que han desatado con la atención médica a los emigrantes, con esas notables diferencias entre autonomías, que en vez de armonizar políticas de conjunto, pueden ser caldo de cultivo para focos separatistas, cuando no, de animadversión hacia el emigrante. Qué triste es olvidarnos que por ejemplo en Brasil, tenemos a más de 100.000 españoles; 300.000 jóvenes se han ido de España últimamente. En su conjunto, tenemos 5 millones de españoles en la diáspora. Dios quiera que por ahí fuera no los traten cómo aquí tratamos últimamente a los emigrantes.

Y como no hay semana que no tengamos de qué lamentarnos y el gobierno de qué contradecirse, después de afirmar por activa y por pasiva, que no habría "banco malo", pues ahora dicen que sí lo vamos a tener. Dicen, lo digo con todas las reservas, que al contribuyente no le va a costar ni un euro… no sabe el miedo que eso da, viniendo de quienes no han hecho desde que gobiernan más que contradecirse.

No podemos olvidar un paro que no para de crecer. Puede que este gobierno, estrujando económica y socialmente a los españoles hasta límites insostenibles, consiga el déficit cero. Pero eso será a cambio de 6 ó 7 millones de parados,
Me viene a la memoria que González Pons, ahora tan inane verbal, cuando andaba de lenguaraz, dijo que en esta legislatura, se iban a crear 3,5 millones de puestos de trabajo ¡Hijo mío! que Dios te conserve la vista, porqué en asuntos de creación de empleo, convendría que te lo hicieras mirar.

Me pregunto ¿cómo puede gobernar un gobierno que ha hecho de su programa electoral mangas y capirotes, pero qué utilizo para ganar las elecciones? No me quiero ni preguntar, si eso lo estuviera haciendo otro partido. Lo que ahora les diría, y con toda la razón, un PP en la oposición. No me lo pregunto por qué lo sé, como lo sabe cualquiera de la dirección del PP, incluido el gobierno. Parece que esté escuchando a Cospedal, a González Pons, a Soraya Santamaría, a la Sra. Aguirre, Dña. Espe o al Sr. Rajoy.

¿Creen ustedes, que este gobierno merece la discrepancia? ¿Creen ustedes que merece ser criticado? ¿Creen ustedes que es lógico que tengan a un país cabreado? Bueno, todos no, algunos, porque los del PP, no sólo no se cabrean, si no que aplauden acaloradamente, cuando en sede parlamentaria, Rajoy anunciaba los durísimos recortes a los parados o los trabajadores públicos, hasta llegar a un "qué se jodan" como máximo exponente de un subidón de adrenalina cuando Rajoy iba anunciando que dejaba los derechos de la ciudadanía irreconocibles.