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La buena gente, que a pesar de todo sigue siendo la mayoría, aún cree en las matemáticas, convencidos que dos y dos son cuatro en toda la tierra de Dios, y aun en "In partibus infidelium". Pues mire usted… no señor, un político puede, si se tercia, trabucar las matemáticas, el día por la noche y el "sursum corda".

Ante la aprobación de los Presupuestos Generales, el señor Montoro (que por decir que no quede) dijo que: "Estos son los presupuestos más sociales de la democracia". Pero en sus matemáticas sociales el señor ministro incluye, sin decirlo, los elevadísimos intereses de la deuda española, que según los datos que tomo de internet, superan los 30.000 millones de euros.

Si efectuamos una simple operación, una sencilla resta, veremos qué forma de mandar las matemáticas a tomar por "retambufa" tiene el señor Montoro. Además, por decir también dijo hace ya un tiempo, que la seguridad social la dejarían a cero. Y lo cierto es que acabarán el año con un agujero de 10.500 millones.

Dicho, o más bien señalado lo que antecede, déjenme volver sobre la aprobación de los Presupuestos. Once enmiendas a la totalidad y ninguna aceptada por el ejecutivo, lo que significa que prácticamente la totalidad de la oposición se opone a los presupuestos que presenta el señor Rajoy y sus ministros. Únicamente el PP y su gobierno serían pues los que están acertados con lo cual habría que convenir que los demás no tienen ni puñetera idea. O sea, que si no estuvieran daría exactamente lo mismo. Cosa esta más que arriesgada porque si el PP acierta, la oposición en su conjunto debería de hacérselo mirar o dedicarse al canto gregoriano que por lo menos sus voces servirían para algo. Pero si el PP y su gobierno se equivocan, deben saber que se equivocan solos, y tal equivocación ya no es para irse a Silos para hacer gorgoritos guturales, más bien sería para irse al centro de cualquier desierto para meditar allí sobre el daño causado a la ciudadanía.

Eso es lo que tiene gobernar en solitario, que se triunfa solo o se fracasa solo.

Fíjense que siento muchísimo decirlo, pero agavillando todo lo que tenemos en contra, me atrevo a vaticinar que tampoco sería raro que en el próximo 2013 el paro fuera a crecer en medio millón más, y tampoco por eso se cumplirán las previsiones del déficit que seguramente aumentarán ostensiblemente. Ojalá que me equivoque, ojalá que pase justamente lo contrario, no saben cuánto me alegraría. Pero los datos, que tampoco es tan difícil manejar, indican que desgraciadamente el paro aumentará. Si eso pasa, la situación del país y la del gobierno, será muy difícil, y por empeorarla aún más, tenemos una oposición que no ofrece ni la más ligera esperanza, a día de hoy, de poder ser quienes recompongan la situación española, que es, parado más parado menos, euro abajo, euro arriba, muy parecida al resto de otros países europeos, a pesar de tener en cuenta que nuestra situación viene especialmente agravada por la insensata locura de la burbuja inmobiliaria, que no sólo no frenaron PP y PSOE, si no que, en justicia toca decir, que propiciaron con la impagable ayuda de una banca completamente desnortada, especulativa, cuando no incompetente por su insensible afán de enriquecimiento a costa de una coyuntura desnaturalizada que coadyuvaron a crear. Desgraciadamente, todo ese conjunto de desastres los están pagando ahora quienes no los generaron y lo está pagando a un altísimo precio. Muchas familias, con el doloroso estatus de la miseria a la que la situación los ha conducido.