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Los datos del Observatorio del Trabajo del Govern sobre Menorca correspondientes al mes de octubre dejan una cifra preocupante. De los 7.086 parados registrados, 5.041 no tienen el título de Enseñanza Secundaria. La baja cualificación de los desempleados no es una novedad o una consecuencia directa de la actual crisis. El abandono escolar en Balears es uno de los problemas endémicos pendiente de solucionar. Durante las épocas de bonanza, muchos jóvenes dejaban tempranamente sus estudios debido a la gran demanda procedente, principalmente, del sector terciario. Es verdad, que la actual coyuntura también ha golpeado duramente a los trabajadores cualificados. En la Isla suman 841 los que tienen estudios superiores. Esta dificultad para encontrar un empleo en los dos supuestos citados, no debe ser un motivo para caer en el desánimo a la hora de esforzarse en el aprendizaje de un oficio. Al contrario, la educación a todos los niveles es un elemento clave para abrirse puertas en un mercado laboral cada vez más exigente. Los que estén mejor preparados tendrán más oportunidades en el futuro. Por ello, desde las distintas administraciones se deben fomentar políticas que estimulen la formación. La experiencia de los países más avanzados demuestra que es la mejor opción.