Ariadna, Pol, Toni y Emma, los cuatro nietos de Juan Gomila y Marola, posaron frente el belén de "l´avi Joan", mientras iban cantando el clásico, "Fum, fum, fum" (Foto Paca Gomila )

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Som un pobre jornaler/ que no guany més que un real / i no pac es sabater / ni s'impuesto personal/ per Nadal, metles torrades i colque gotet de vi/ aso és que m' agrada a mi / viva ses nadalades"( un dels molts càntics, que cantava mon pare).

Junto a la ventana de "s'estudiet de darrere", la que mira a las tancas del este, la que permite ver transeúntes por el camino de Trepucó, algún carretón y bicicletas. Niños que se dirigen a la escuela o regresan a sus hogares. Otros, no disponen de medios, sus familias precisan que les ayuden con los muchos quehaceres que hay en la finca. Mientras los mayores se dedican al ordeño, los más pequeños conducen el ganado al pastoreo. Son las pequeñas, las que dan comida a las aves de corral, limpian el gallinero, poniendo agua en las bebedoras, para que no les falte. Recogen los huevos, los envuelven entre páginas del periódico "Menorca", que una vez leído, es muy adecuado como protección de los mismos, llevándolos a la tienda donde Na Cadireta Coixa los venderá a su clientela, y a buen seguro el que los adquiera volverá a leer sa fulla des diari.

En la pocilga faltan dos cerdos dues truges. Gracias a las mismas el pasado mes de noviembre, el sobre que se encuentra en el cajón de la cómoda, dispone de algo más que en octubre. Menos mal. De lo contrario, los números no cuadrarían. Tanto para la luz, tanto para el IVA, del resultado de la venta de cuatro moniatos, pimientos, manojos de sopa verde, patatas y quatre coses més, es un escándalo que se nos exija un tributo por un producto tan magre. Así están las cosas, antaño, estas ganancias repercutían para la adquisición de regalos navideños, la compra de sellos para la carta a los Magos, era una cadena, de la cual el propio gobierno de Rajoy se ha encargado de romper los eslabones. Él nos quita tanto que los comercios van cerrando y los que se mantienen abiertos apenas venden, no hay más que darse un paseo por la ciudad, gente que va y que viene, pero tan solo esto, no entra en los establecimientos. ¿Cómo entrar, si los monederos están vacíos i ses butxaques també?

No se extrañen si después se intenta hacer algo de estraperlo. Observando como funciona el mundo de los políticos, los banqueros, los yernísimos, y nada más, no es el momento de hablar de estas cosas, llegó Navidad.

En el porche, es d'enmig, parece carnaval. Esto es lo que argumenta el mayoral, los clavos de las vigas que en julio se vaciaron de nuevo están llenos de sobrasadas, bufetes, poltrús, camots y carnixues. Sobre los estantes butifarrones de tela y de los negros, tanto como fue la cerda. Los hígados y los lomos fueron vendidos A quatre compromisos que teníem. Lo propio sucedió con las chuletas.

Lo que no hemos vendido han sido la 'roas', siguiendo las indicaciones de nuestra amiga Pilar de Olives, viuda de Maceda, nos pusimos manos a la obra preparando un kilo de galletas, su receta es de repica talons, acompañadas de un café con leche o con un tazón de chocolate, saben a gloria. Y mientras las vamos saboreando, he comentado a Praxèdies que ya hemos empezado a preparar los lechones. Seis más que en 2012, se presenta un año duro, lo que da qué pensar que será bueno obsequiarlos a familias necesitadas. Esto es lo que hacían los más humildes. Engordando un cerdo con las peladuras de los vecinos, recogiendo las hierbas de los caminos y toda clase de desperdicios comestibles.

Principalmente al llegar el verano, hay que ver lo que cunde. Uno de los nietos de "l'amo" se ha presentado voluntario para la recogida, que hará todas las tardes, después de comer. Dándole opción a salir en la prensa fotografiado, a la entrega de los cerdos a los necesitados, todos sabrán de su esfuerzo, de su actitud benéfica, y caritativa, açò és guapo. Ya no se estila hacer bien y no mirar a quien, o que tu mano derecha no sepa lo que da la izquierda, hay que ir pregonando lo bueno que uno puede llegar a ser, jamás lo entenderé, ni tampoco lo llegaré a comprender.

Ponerles al corriente, finalizamos con la siembra de cereales, todavía se puede trabajar con el arado, llevando abonos a la tierra. Sembramos los semilleros de tomates tempraneros, pimientos, berenjenas, que recogeremos por San Juan y julio. En estos instantes Quica va abrigando las alcachofas. Nina recoge patatas y Agadet está dispuesta a pelar las más pequeñas para acompañar s'animal.

La casa a punto para recibir la Navidad. El Belén en el rincón de costumbre, dando armonía, montado como siempre por "l'avi Joan". Parece ayer que, llegadas estas fechas, esta servidora sufría los mayores berrinches del año. Se imaginan, una vez la casa limpia, se presenten ets betlemeros depositando sobre el parqué capazos y cubos llenos de tierra, arena, piedras, hierbas y cuantas cosas se precisan para montar el belén? Cajas de pastores, corchos, etc. Y vuelve a limpiar.

Pobre de mí, hoy me arrepiento de haber dado importancia a lo que no la tenía. Que lástima, el tiempo pasó rápido, dándome cuenta que aprendí una lección más de las muchas que vamos aprendiendo a lo largo de la vida. Jamás debí enfadarme per ses peuades, por el jaleo que se armaba. Dando gracias a mi Dios, por aquel padre y sus dos hijos, no me hicieran caso y año , continuando en ello.Pobre de mí, que ingenua. ¿En qué mundo vivía?

Vuelve la noche buena. Nada tendrá que ver con otras noches pasadas, almacenadas en el apartado infantil, con su Misa del Gallo, celebrada a las doce, iniciada con las campanadas de medianoche. A la salida, canto de villancicos en casa del abuelo Valverde de la calle del Horno. La tía María, la mayor de los hermanos, nos obsequiaba con pastas típicas propias de la celebración y moscatel. El abuelo nos entregaba el aguinaldo, que iría a parar a la hucha de piedra para el día de la primera comunión. Llegó la fecha anhelada y suspirada por la niña y el abuelo no pudo asistir, meses antes se mudó de casa, se escapó aquel primero de diciembre en busca de la abuela Dolores y su Cristina que con tan solo dieciocho años subió al cielo.

Llegaron otras navidades cenando todos juntos en Sa Sínia des Muret, mi querido padrino Paco , su esposa, mis primos, mis padres, en aquella cocina con un brasero enorme, y un fuego que avivaba el cariño, la comprensión y la amistad. Jugábamos a la 'cuca canta', finalizando en el tercer piso del Teatro Principal, donde ,desde lo alto se veía como todos bailaban. Padres, hijos, tías y cuñados, primos, abuelos, nadie hacia el ridículo por estar allí, unidos, por el contrario aquella actitud de unidad era alabada por los mayores, se veía como lo más lógico y natural del món.

Hoy, en el siglo XXI, la unidad es llamada pasado de moda, no se mira con las mismas dioptrías que antaño, los ancianos no tienen cabida en el mismo lugar, no tienen derecho a bailar al mismo compás que sus nietos. A esto se le conoce como progreso.

Mañana día de Navidad, la ruleta de la suerte a la que nos tentaba a la salida del mercado el señor Mascaró de Alaior, conocido por la rata, padre de uno de los grandes historiadores, Josep Mascaró Pasarius (1923-1996). No estará presente frente a la iglesia del Carmen, si llovía entraba en el claustro. Los chicos se divertían y los mayores también. Continuaría, pero debo dejarles, los amargos están a punto de ser sacados del horno, el de leña, el que mantiene el hogar con el aroma de aquellas navidades.

Desde Bini Repòs, paz para todos, que la Navidad dure los doce meses del año, día a día, que la entrega a los pobres sea sincera, sin trasfondo, sin pedir nada a cambio.
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margarita.caules@gmail.com