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La corrupción ya es la ruleta rusa de los políticos, y a algunos, les estalla en la dignidad.

Yo creo que la Sra. Cospedal no medita bien sus palabras cuando dice que "Bárcenas ya no está en el partido". Y Zapatero tampoco está en el gobierno ¡oiga! Y usted señora, no sabe decir otra cosa para justificar la acción gubernamental que la culpa la tiene el gobierno anterior (léase Zapatero).

¿No se da usted cuenta señora que decir, para quitarse el "marronazo" que tienen encima con lo de los sobres en dinero negro, que Bárcenas ya no está en el partido, para culpar acto seguido a Zapatero de los desastres económicos, es una monumental ausencia de tacto, una orfandad absoluta de la más elemental ética? Ustedes piensan que el personal está completamente falto de entendederas.

Si el gobierno Zapatero, según ustedes, es culpable de los males que nos afligen, ustedes deben asumir que son culpables de lo que en el diario "El Mundo" y "El País de 18 de enero de 2013 y días siguientes, se les acusa a ustedes sobre el caso Bárcenas. Y no sería solo el origen de los 22 millones de euros. El problema es el tema de los sobres en dinero negro.

Es posible que otros partidos, incluido el PSOE, puedan alguna vez haber hecho algo parecido. De manera que no pueden manejar el tiempo de los verbos y lo que en ellos aconteció, con lo bueno solo para ustedes y lo malo solo para los demás, que en tocante a corrupción, la metástasis está muy generalizada, aunque uno intuye que no va a pasar nada. Todo este guirigay del asunto Bárcenas, el Caso Gürtel y los sobres con dinero negro se diluirá como un azucarillo. Si acaso al más puro estilo de los políticos de hoy en día, aflorará el de "y tú más". Pero nadie irá a la cárcel por eso, basta con decir que no conozco con 300 imputados políticos, ni siquiera de ningún partido que haya a día de hoy echado a la puñetera calle a sus "manzanas podridas". De manera que la dirección del PP puede estar tranquila. Si algún incauto piensa que alguien tendrá culpa de algo, es que es un iluso que además no tiene ni idea. Pasar no va a pasar absolutamente nada. Por otra parte, conviene decir una vez más que si finalmente alguien acabara siendo imputado, que eso no significa ser culpable. De eso ya se cuidan magníficos gabinetes de abogados. No obstante, déjenme aún creer que los jueces no van por ahí imputando políticos así sin más, como si una mañana a las señorías de las "puñetas" les hubiera dado un aire, una fiebre, un tabardillo, y se hubieran aplicado en la tarea de imputar políticos hasta agavillar tres centenares. Se supone que cuando un juez imputa a alguien, es porque tiene indicios suficientes que así lo aconsejan.

De todas maneras, la dirección del PP hará bien en esclarecer de una vez por todas lo de Gürtel y lo de su tesorero. De entrada se dice ahora (publicado está) que Rajoy le encargó a Cospedal en 2009 que acabara con esa práctica del dinero B, donde según la portada "El Mundo" del viernes 18 de enero "se distribuían cada mes, sobres con cantidades entre 5.000 y 15.000 euros a secretarios, ejecutivos, cargos públicos y otros miembros del aparato". De ser cierto, sería de una extraordinaria gravedad, y si es falso, la dirección del PP en pleno ya debería de haberse personado en el Juzgado que les pille más cerca.

De todo esto, algo es notablemente llamativo. Si fuera verdad que Rajoy le ordenó a Cospedal acabar con semejantes prácticas, sería porque existían. Es imposible acabar con lo que no existe. Pero además Cospedal debería de haber dicho que las cosas eran así, pero, que siguiendo las directrices de su presidente, se acabó con tales prácticas. Claro que eso sería reconocer que ese delito continuado era una práctica habitual. Para enredar más la madeja de esta "patata caliente", Esteban González Pons ha abierto la boca para decir que Luis Bárcenas, que ya no está en el partido, pero que tiene en la sede del PP en la calle Génova, una sala con cajas que le interesan a él y al partido. Algo sobre todo chocante cuando los indicios de corrupción, por un lado, y de chantaje por otro, son tan alarmantes, y lo son tanto, que el Caso Bárcenas podría ser para el PP algo parecido al talón de Aquiles. Además, algunas preguntas son obligadas: ¿Si Bárcenas no está en el partido que pinta en Génova? ¿Por qué tiene una sala con cajas y secretaria?

Toda esta truculenta historia es para la ciudadanía la guinda que le faltaba a la corrupción de los políticos, y luego por añadidura, esa estúpida manía en catalogar al personal como tontitos de baba, culturalmente en la más absoluta indigencia, porque fíjense qué cosa: Cospedal se llena la boca de decir que van a repasar las cuentas las veces que haga falta ¿qué cuentas? ¿Las que entregan a la inspección? Porque las que no se pueden por ser delito, si existieran, nadie por tonto que sea, las entrega para pasar una auditoria. De manera que no se esfuerce señora, todos sabemos que las cuentas que ustedes van a presentar estarán perfectas. Solo faltaría que entregasen ustedes, caso de que existan, las cuentas que les comprometen, las que no figuran como gastos del partido auditables.