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El pago de alrededor de 23 millones de euros a Cesgarden, con los intereses, por parte del Consell como indemnización por la descalificación de unos terrenos de Son Bou donde se proyectaba construir un hotel de cinco estrellas es una de las cuestiones que más preocupan en la institución insular. Con discreción se llevan a cabo los contactos con los responsables de esta sociedad mallorquina. El objetivo del Consell es conseguir un acuerdo urbanístico que evite el pago de una cantidad de dinero que no puede asumir. No lo tiene fácil porque las expectativas urbanísticas se cotizan a la baja o porque la compensación en terreno y en edificación podría resultar desproporcionada. De momento, Cesgarden ha pedido al juzgado la ejecución de la sentencia y ha recurrido los presupuestos del Consell porque no incluyen una partida destinada al pago de la indemnización. Cada día que pasa el coste de los intereses es más elevado. Por otra parte, la necesidad de alcanzar un acuerdo afecta a la aprobación de la Norma Territorial Transitoria, que ha de incluir una solución a este caso. El equipo de gobierno del Consell afronta el reto de levantar la losa que ahora pesa sobre la economía de la primera institución de la Isla.