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Las seis asambleas locales de la Cruz Roja en Menorca reúnen a 803 voluntarios, que cuentan con el apoyo de 3.151 socios. La veterana entidad se ha enfrentado este último año a nuevos retos, como consecuencia del incremento de las necesidades de ayuda de muchas personas en situación precaria. A pesar de haber recibido menos productos del Banco de Alimentos, con recursos europeos, ha generado un movimiento de solidaridad que le ha permitido atender urgencias y prioridades. Ha crecido en socios y ha atendido a un 30 por ciento más de personas que el año anterior. Los números de la memoria presentada ayer, relativa a 2012, indican que detrás de cada estadística se encuentran centenares de personas que están sufriendo y que precisan de un apoyo social. Cruz Roja es una de las entidades, junto a Caritas, que lleva a cabo una labor social más destacada, con una fuerza de voluntarios implicada en sus objetivos de compromisos. Ferreries es, en este sentido, un ejemplo de dedicación a los colectivos y personas más vulnerables. Cruz Roja gestiona más de un millón de euros, un presupuesto que se ha reducido de forma considerable. Es un colectivo que merece el apoyo social, que devuelve multiplicado.