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Sábado por la mañana en Mercadal (el término medio). Los colaboradores de los dos diarios que coexisten en Menorca, estamos convocados para recibir información sobre el proceso de fusión que se avecina. Expectativas de futuro y muchos interrogantes. Estamos inmersos en plena revolución y ya nada será igual...

Agradable paseo peatonal, a los pies de uno de los principales focos turísticos, geográficos y espirituales de la Isla. El café en un bar de la plaza, incrementa la emoción del momento tan singular que se aproxima. Intuyes, mientras bebes con cuidado para no quemarte, que puedes asistir a algo insólito...quizá el nacimiento de una nueva etapa. La comunicación que necesitamos en los momentos convulsos que vivimos.

Cordial bienvenida y oportunidad de saludar a aquellos que conoces, principalmente a través de la prensa. Aunque no todos hayan podido venir, la representación de las dos empresas, antaño competidoras, ya crea un clima parecido al meteorológico: apacible, soleado y ligeramente ventoso...Hay expectación por saber cómo están las cosas y por conocer el formato del nuevo producto.

Proyección del diseño gráfico en el que se ha estado trabajando, poniendo énfasis - según sus responsables - en la preeminencia del contenido sobre la forma, o dicho de otra forma, en la mejora de la forma al servicio del contenido. Se mantienen elementos conocidos, para no perder señas de identidad, pero se trata de algo diferente, renovado, atractivo. La melancolía por lo que fue, deja paso a la ilusión por lo que puede llegar a ser: un proyecto de todos y para todos. El diario en papel solo competirá con el diario digital. Lo tradicional quiere tener su papel...y que no se quede todo en una simple pantalla.
Si los negocios dejan de ser rentables, hay que reinventarlos. La información es la clave de la democracia, pero necesita un orden. Vivimos tiempos de información desordenada, tempestuosa, caótica y, en ocasiones, tóxica. Algunos invocan la libertad para saltarse la ética: sin medir ni calibrar las graves consecuencias de sus palabras. El vocablo "responsabilidad" no consta en su diccionario de la real gana...e insulto porque me toca. Desahogo de la mala uva. Hay demasiado culpable de anonimato...

En este camino lleno de interrogantes, necesitamos afianzar los valores de "Es Diari". Los que le darán prestigio y le granjearán la fidelidad de los lectores: libertad, rigor, respeto, pluralismo y amplia participación de la sociedad menorquina. Incluyendo la que vive repartida por el mundo. Necesitamos raíces, pero también alas para ver otras perspectivas.

Así pues, hagamos de la necesidad, virtud; de la desgracia, enseñanza; de la crisis, oportunidad; y de la renovación, esperanza. El afán de superación ha movido las mayores empresas. Cuando las cosas van bien ¿qué mérito tiene dejarse llevar?

En los malos tiempos, nadando contracorriente, es cuando más falta hace aportar nuestro granito de arena. Y que te llamen colaborador, en esos momentos difíciles, la verdad es que resulta un halago.