Tengo la sensación de que al final todo va a acabar bien. O al menos, de una forma que satisfaga a la mayoría de los implicados. Llegará un día en el que todo este sufrimiento, esta macedonia de malas noticias que nos castiga día tras día, llegará a su fin y descorcharemos la alegría, el optimismo y la felicidad, aunque brindemos por encima de nuestras posibilidades. Puede que sea ese optimismo desmesurado que he heredado de mi madre o la confianza ciega en el karma o la autoridad divina que esté de guardia -Dios, Mahoma, Budha, el Pequeño Nicolás, Yoda...-, pero lo cierto es que tengo la sensación de que un día lucirá de nuevo el sol para todos mientras nos tumbamos a sentir la deliciosa sensación que te queda cuando se te va dorando la piel y el cuerpo, como si fuera un aparato electrónico, va recargando su batería.
Asseguts a sa vorera
Despojos optimistas
Llegará un día en el que todo este sufrimiento, esta macedonia de malas noticias que nos castiga día tras día, llegará a su fin y descorcharemos la alegría, el optimismo y la felicidad, aunque brindemos por encima de nuestras posibilidades
13/12/14 0:00
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