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Cuarenta años atrás presencié un episodio tan insólito como puede serlo, en el juego del ajedrez, un jaque mate con sólo seis movimientos.

Solía yo frecuentar en Gran Canaria una discoteca donde aparecieron una noche dos danzarinas. Bailaban sevillanas y cantaban canciones de corte flamenco en los intermedios para gozo de los turistas. Eran madrileñas y pertenecían al grupo de baile de televisión española. En fin, un bolo por provincias mediocre, ya que como cantantes no estaban a la altura de su bailoteo folklórico.

Un conocido mío, ejecutivo del sello discográfico RCA, de Hamburgo, que estaba pasando unos días en la isla, distinguió sin embargo en ellas algo especial, algo que sólo un avispadísimo experto puede llegar a sospechar: la posibilidad de acariciar el cielo del mundo del espectáculo, sin aptitudes para volar tan alto. Les propuso desplazarse a Alemania para someterse a un casting que refrendara sus elucubraciones artísticas. Debo puntualizar que no había faldas de por medio, sino pura secreción profesional,...el convencimiento de que aquel dúo era una piedra preciosa sin pulir. Mayte y María se trasladaron, pues, a Hamburgo, con un libro del idioma alemán que les presté y que, como los libros no suelen devolverse, sigue todavía en sus manos.

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Ninguna noticia hubo sobre su paradero hasta que unos meses más tarde distinguí sus siluetas en la portada de un disco, irreconocibles, sofisticadas, totalmente transfiguradas: los peinados invertidos, la indumentaria exquisita y una rosa roja de tallo larguísimo en las manos...sin vestigios que denunciara su anterior andalucismo. Supongo que con la boca abierta y los ojos lindando la circunferencia leí estupefacto: Duo Baccara. La canción se titulaba «Yes sir, I can boogy», ¡y era número uno en ventas en Europa!...La canción era pegadiza, sí, pero el cante se originaba a base de susurrillos sensuales, insuflados por efectos especiales como pueden comprobar ustedes por Internet. ¡Un milagro musical generado a partir de mi amigo alemán, del marketing y de la portentosa técnica electrónica!

Algunos meses más tarde regresaron a Gran canaria –sin mi libro- de vacaciones. No podían pasear por la playa o sentarse en una terraza sin ser asediadas por la masa turística...¡Eran las mujeres más famosas de Europa!
Mayte y María llegaron a representar incluso a Alemania en el Festival de Eurovisión,...y creo que aún siguen haciendo bolos como el duo Baccara.

El folclórico sucumbió en la playa a manos de un prestidigitador alemán.

florenciohdez@hotmail.com