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Los asistentes al Foro Menorca Illa del Rei tendrán la oportunidad de descubrir, esta tarde, los sabores y las texturas de diferentes productos de la Isla, con la degustación de un oliaigua amb figues, elaborado por iniciativa de Sa Cooperativa del Camp de Menorca y la asociación Fra Roger.

La convocatoria en la Illa del Rei aborda y analiza este año, con la intervención de cinco voces expertas, el caso de Menorca como ejemplo de tradición e identidad gastronómicas en un territorio insular. Cultura, paisaje y patrimonio configuran una oferta culinaria única, fruto de las aportaciones -fusión del producto propio en los platos- de las sucesivas culturas y civilizaciones.

'Tranquil·litat i oliaigua', sentenciaban los mayores en una afortunada expresión que transmite del sentido de la Menorca más auténtica y sencilla. Es la Menorca auténtica que se nutre con una cocina de raíz popular y que, con ingenio, sabe extraer lo mejor del campo y el mar. Pep Pelfort, creador del Centre d'Estudis Gastronòmics de Menorca, explica que 'tranquil·litat i oliaigo' es una frase menorquina que define de forma sintética, pero natural, el way of life de la isla, nuestra peculiar manera de ser y estilo de vida.

Su composición -añade- es keep calm and cook in Minorcan, donde el oliaigo cumple el valor simbólico de representar la cocina de Menorca con productos de temporada, el predominio de las verduras frescas y el aceite de oliva.

Josep Borràs y Damià Borràs en La cocina de Menorca (2004) añaden: «el oliaigo era considerado como símbolo de una manera determinada de entender la vida, reflejo de un cierto anhelo de bienestar». Hoy, en el Foro Illa del Rei, reivindicamos el sentido, la vigencia y la modernidad del que puede ser calificado como plato nacional de Menorca, contrapunto de la fastuosa caldereta de langosta. Porque la gastronomía menorquina no se reduce a queso, gin y mayonesa. Hay mucha más vida.