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Estuve, hace ya mucho tiempo, en un instituto de Badalona, pero nunca me encontré con algo como esto: un tal Marcos llenó los alrededores de un instituto de papeles con el plano de su casa, donde además se leía: «Costo del gueno, vendo costo de guena calídas ha chabale rollao y no venir lo menore. Esperar al lao de la ventana de detrás mí casa y en lo banco de asentarse. no llamar la atensíon o no su vendo na. podei silvar o llamarme y sargo po la ventana vale 20 uros para una barrita ta bien. planos calle Huelva tituto / me llamo Marcos».

Los Mossos d'Esquadra no podían creerlo. Parece que el tal Marcos hizo 12 ventas en una sola tarde y no se abstuvo de vender a menores. Casi dan ganas de esperar en «lo banco de asentarse» para ver al pajarito. Ya digo, nunca vi algo así. Los jóvenes eran la mar de respetuosos con los profesores, mucho más que en otros sitios, y los camellos no se dedicaban a poner carteles.

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Pero si va de anuncios y de errores garrafales, por ahí veo otro que reza: «Walk dog, para pacear perros». El anunciante sabe idiomas, y el hecho de que confunda pacear con pasear no le quita ningún mérito. Ya saben lo que ocurrió una vez, en las páginas de un libro: donde el autor ponía «ella entró con el ceño en ristre» equivocaron la e de ceño por una o, y quedó de lo más vistoso. Otro anuncio callejero, escrito con letras mayúsculas, advierte que «se poibe el paso». En una tienda de comestibles un cartelito informa: «Uberguini 1'10». En una casa vecinal se advierte: «Se estan pintando las puertas del arcensor». En la cartelera cuelga una nota que dice: «Joven Boliviano responsable sinsiro udlilde oficial ofrece limpiezas Fincas jardines o cambiar baldosas Interior o Exterior o arreglar murus paredes supsanar el mal estado Cual sea o ampliar cuartos». Diríamos que buena voluntad o habilidades no le faltan. En otro lugar se amenaza: «¡Largo! zorras rastreras y maldicientes meteros en vuestra sangre, y dejad de los demas la suya. Que cuando venga la gente a pedir cuentas ¿haber quien se salva de lo que ocurrira? Por la santa sangre de Jesucristo + ¡fuera! sinverguenzas indignantes». Más cartelitos: en un buzón: «cartas no. echar gracias e perdido la llave». En una carpintería: «A todo los que cagan antes de salir limpien».

Lo malo de todos estos carteles es que están escritos en castellano o español, donde no cabe decir, ah, es que a mí no me enseñaron a escribir en catalán. Se supone que todos estos autores recibieron la debida educación.