La adjudicación de las obras de reforma de la carretera general en el tramo Ciutadella-Ferreries, que ya acumula retraso sobre los calendarios anunciados, se está complicando. Nos depara sorpresas y novedades.
El presupuesto de licitación, que asciende a 7,6 millones de euros (9,2 IVA incluido), ha motivado la presentación de diez ofertas, con varias uniones temporales de empresas. El primer acuerdo de la mesa de contratación no ha prosperado, porque la empresa adjudicataria, Construcciones San José, que incurrió en baja temeraria con un presupuesto de 5,3 millones de euros, ha quedado excluida al no haber justificado los costes de materiales ni haber calculado los precios unitarios.
Los integrantes de la comisión del Consell insular que evalúa las ofertas propone ahora adjudicar esta inversión pública a la empresa catalana ACSA Obras e Infraestructuras, que intervino en la construcción de la línea 9 del metro de Barcelona.
Pero la propuesta ha levantado ampollas en las empresas locales, porque ACSA se llevaría al gato al agua por una centésima. El acta de la mesa de contratación ha adjudicado 94,53 puntos al equipo visitante, mientras que el equipo local -léase la UTE formada por las empresas menorquinas Construcciones Olives, Juan Mora y M. Polo, aliadas con la catalana Copcisa- roza el larguero con 94,52 puntos.
El partido de la adjudicación de la reforma Ciutadella-Ferreries se seguirá disputando, porque la centésima de diferencia es tan cuestionada como criticada. Como seis los millones de euros en juego, habrá recurso, que deberá resolver la mesa. Su decisión será examinada con lupa. Esperemos que sea definitiva y resuelva la adjudicación. Al mismo tiempo, varios propietarios que discrepan con la valoración de los terrenos afectados, ya están redactando sus recursos.
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