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Ayer tarde, justo antes de regresar a Roma, el sabio arzobispo manacorí Luis F. Ladaria Ferrer manifestó a «Ultima Hora» que «lo natural es que ahora, cuando el cardenal de Barcelona ya cuenta con los dos obispos auxiliares que había pedido al Papa, Sebastià Taltavull sea nombrado obispo titular de la diócesis de Mallorca».

Ladaria había participado en la consagración episcopal de Antoni Vadell Ferrer y se disponía a regresar al Vaticano. El aguacero que cayó sobre la capital catalana provocó que resbalase el recientemente nombrado prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe y sufriera un esguince. En el aeropuerto de Barcelona Ladaria buscaba una farmacia para adquirir un antiinflamatorio. Pero quien -según todos los vaticanólogos- será creado cardenal por el Papa Francisco en el próximo consistorio no eludió valorar la situación de la Iglesia mallorquina. Ya no se puede prolongar la situación transitoria que supone el periodo de administración apostólica a cargo del prelado menorquín Taltavull Anglada.

La Iglesia ha puesto en marcha la 'operación Vadell' para que la diócesis de Mallorca vuelva a ser regida por un obispo mallorquín, que sería Antoni Vadell. El cardenal arzobispo Juan José Omella afirmó en la carta pastoral «Agustín y la misión de los obispos», publicada el pasado domingo, que «ahora llevaremos el báculo del ministerio sacerdotal entre cuatro», en referencia a que va a contar con tres obispos auxiliares: Sebastià Taltavull, Antoni Vadell y Sergi Gordo. Pero ello no significa que deba prolongarse indefinidamente esta situación. Hasta ayer el ardiente báculo de Barcelona era llevado, como escribió Taltavull en «Alfa y Omega» entre dos.

Omella -único prelado español en el dicasterio romano de la Congregación de los Obispos- pidió al Papa Francisco dos auxiliares. También propuso los nombres. Taltavull no ha sido ajeno a estas gestiones, sobre todo en lo concerniente a la designación de Vadell, con quien había trabajado en el Secretariat Interdiocesà de Catequesi de Catalunya i Balears.

De cumplirse los previsiones «naturales» que apunta Ladaria, Taltavull será el primer menorquín titular de la diócesis de Mallorca. En enero próximo cumplirá 70 años, lo que significa que le quedarán seis-siete como máximo de ejercicio, porque deberá presentar la obligada renuncia al Papa, tal como determina el Código de Derecho Canónico. Durante este periodo, Vadell habrá aprendido el «oficio de obispo» como auxiliar del cardenal Omella en una diócesis complicada como es Barcelona. La 'operación Vadell' ha sido ideada por Omella y Taltavull, al margen del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el gran ausente en la ordenación episcopal celebrada ayer en Barcelona. 75 años después de Josep Miralles, la Iglesia de Mallorca volverá a ser regida por un obispo mallorquín.