TW

En pleno ataque de lo que se ha venido a denominar turismofobia y con el debate reabierto sobre la masificación, se retomaron este verano en algunas zonas de Balears esloganes clásicos como el tourist go home en pintadas callejeras. A lo que algún turista, haciendo gala del humor británico, escribió debajo, en traducción libre, algo como «maldita sea lo haríamos (volver a casa) si lográsemos coger un taxi».

Noticias relacionadas

La mencionada queja mural apareció en Eivissa, donde son conocidos los problemas que atraviesa este servicio público con la aparición de los llamados taxis pirata, que este verano llegaron incluso a tomar la terminal de llegadas del aeropuerto. Aquí también se han repetido las quejas de usuarios, especialmente en zonas turísticas, de las que ya se hizo eco la asociación hotelera. De nuevo desde una parte del sector, en Maó, se apuesta porque los titulares de licencias puedan a su vez tener permisos temporales y aumentar así la oferta de vehículos. Acudieron con la idea al Consell y de momento salieron con otra propuesta, la de crear un grupo de análisis que debe empezar a reunirse en la segunda mitad de noviembre y que será el que decida si hay o no licencias temporales.

Esperemos que dicha comisión sea ágil y que, entre el consabido debate y las fiestas de guardar -de Navidad a Sant Antoni y se nos echa encima la Semana Santa-, no se posponga una vez más la solución al problema desde el propio sector. Se evitaría así la entrada de una competencia feroz desde plataformas tecnológicas como Cabify que, la verdad, funcionan bien: geolocalización, tarifa cerrada, cargo en tarjeta, petición del servicio desde el móvil..., en resumen, comodidad para el cliente. No sería justo que se bloquearan alternativas de transporte por lentitud o incapacidad.