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Sostiene Francina Armengol que "la presencia de Podemos en el Govern me da sosiego y tranquilidad", mientras Pedro Sánchez se niega obstinadamente a dar entrada a Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, incluyendo un veto personal a Pablo Iglesias.

Consciente de su situación de minoría parlamentaria, Armengol ha firmado en el castillo de Bellver el Acord2 de Governabilitat que adjudica al PSIB-PSOE la gestión de las áreas clave del Govern, mientras los socios a la fuerza (Podemos y Més per Mallorca) se quedan con áreas menores y una vicepresidencia de relumbrón para el exjuez Juan Pedro Yllanes, a la que aspiraba un Iago Negueruela cabreado.

El PSOE, transformado en PPS, partido de Pedro Sánchez, culpa a Podemos de la ruptura de la negociación para la frustrada investidura, mientras ya prepara las máquinas para las elecciones generales del 10 de noviembre. Quien propugnó con vehemencia, y apoyado por Pere Joan Pons y Sofía Hernanz, el "no es no, qué parte del no ha entendido", reclama ahora abstenciones a derecha, centro e izquierda para gobernar en minoría.

Porque el secretario general del PPS sigue con los mismos presupuestos de Mariano Rajoy, prorrogados sine die. Por cierto, con su peor resultado Rajoy logró más votos y diputados que los obtenidos por Sánchez. El inquilino de La Moncloa se llega a creer su propia ficción, o sea, que puede gobernar solo. Cuando se da cuenta del error propone una fórmula para que gobierne la lista más votada, lo que, de aplicarse, adjudicaría la presidencia del Consell a Misericordia Sugrañes.

El bloqueo político y la imposibilidad de aprobar los nuevos Presupuestos Generales ya afecta a las obras de la carretera de Menorca y a los presupuestos del Govern balear de este año.

El Senado lleva meses sin reunirse, lo que ha obligado a los dos senadores autonómicos de Balears, José Vicente Marí y Vicenç Vidal, a tomar posesión ante notario. Pedro Sánchez sigue a lo suyo.