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Bebés que balbucean sus primeras palabras, que empiezan a andar, niños en pañales que bailan, que se acuestan junto al gato de la casa, otros que aprenden a nadar o a ir en bicicleta. En fin, no hay etapa evolutiva de la infancia de hoy en día que no quede inmortalizada y en muchísimos casos, lanzada al mundo a través de internet.

Las imágenes y vídeos virales de niños y niñas son tan exitosos en la red como los de mascotas –compiten en gracietas–, pero con una gran diferencia: el perro es indiferente a los likes y a su índice de popularidad en Instagram, y seguramente nunca pasará vergüenza por verse desnudo en la piscina hinchable ni se desesperará porque todas esas imágenes se queden en el ciberespacio para siempre. Sí, porque quién sabe cuántas de esas fotografías habrán sido compartidas por amigos de amigos y conocidos de familiares, hasta que puede llegar el caso en el que el inocente estreno del orinal se convierta en algo perverso, material para mentes enfermas.

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Pues bien, una encuesta elaborada por la firma de seguridad informática AVG en diez países, entre ellos España, señala que el 23 por ciento de los niños tiene presencia on line incluso antes de nacer, porque sus padres publican imágenes de las ecografías durante el embarazo. Es el colmo del fenómeno que ya se conoce como oversharing o la sobreexposición que realizan algunos progenitores de los menores. Pero el dato se dispara cuando ese mismo estudio apunta que el 81 por ciento de los bebés tiene presencia en la red antes de cumplir los seis meses; y la cifra sigue aumentando en los primeros años de infancia. El álbum de papel, donde las fotografías se contemplaban con añoranza, es historia, ahora todo se registra en un lugar público, aunque creamos que es privado.

Ese descuido parental me choca; los medios son escrupulosos con las imágenes de menores, como tiene que ser, y los centros educativos están obligados a pedir permiso para cualquier foto de actividades escolares. Luego se exponen sin filtro, y sin preocuparse de si algún día el retoño reprochará ¿por qué colgaste esa foto?