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¿Qué quieres que te diga? Se me hace imposible explicarte del modo que se merece lo que siento por la Unión Deportiva Mahón ni los motivos que me llevaron a aceptar el reto de asumir la presidencia en los próximos 4 años. Lo fácil, como en muchas otras cosas que nos encontramos en el día a día, hubiese sido mirar para otro lado, escurrir el bulto y dar la callada por respuesta. ¿Por qué?

En mi opinión, porque el mensaje que se nos ha ido inculcando desde pequeños es el de ganar por encima del hecho de participar. Llegué a la Unión a los 12 años y desde el primer momento me encontré un buen grupo de amigos que se divertían tanto ganando como perdiendo. De hecho, creo que nos reíamos más cuantos más goles nos metían porque veíamos como los demás, aun marcándonos goles, no lo pasaban ni la mitad de bien que nosotros. Aún a día de hoy, con parte de esos amigos, seguimos riéndonos recordando alguna derrota que llegó a los 13 goles en contra, o aquella vez que nos marcamos un gol en propia portería… desde el centro del campo.

A mí, entre otras cosas, la Unión me enseñó a perder. También a ganar, claro. A perder y a aprender de la derrota por encima de todas las cosas para que no fuera en balde. Y es que, por si no lo sabías, cualquier victoria parte de una derrota y, como te decía, quizás en lugar de formarnos pensando que seremos capaces de cualquier cosa, deberíamos hacerlo pensando que el trabajo, la dedicación y la gestión del fracaso y el éxito, es parte de la verdadera fórmula para lograr lo que nos propongamos. Nada llega porque sí.

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La derrota te hace fuerte, la victoria te puede despistar. Y esa fuerza es la que sale a la luz cuando vienen los malos momentos y las decisiones complicadas. Te lo aseguro, pude haber dicho que no quería asumir semejante responsabilidad, pero creo que en nuestra vida cuando nos llega algo similar si no damos el paso nos convertimos en parte del problema. Yo estaré siempre en deuda con este club que cuenta en su ADN la imperiosa necesidad de hacer más que los demás, de hacerlo el doble de bien y ya que al empezar cualquier carrera lo hacemos con metros e incluso kilómetros de desventaja. Lo fácil, te lo aseguro, era mirar a otro lado.

Pero estoy en deuda con la Unión, y con la gran cantidad de personas que han aportado su grano de arena para que este club sea lo que es a día de hoy. Me toca a mí, ahora, aportar el mío con la ayuda de la mejor junta directiva que podría tener. Para que sigamos enseñándoles a las chicas y chicos de nuestro club que la vida no será fácil, pero la sacaremos adelante, que no todo serán victorias, pero que las derrotas nos enseñarán más de lo que imaginamos. Porque entre ellos se encuentra el próximo presidente. Aunque ellos ahora mismo ni se lo imaginen.

dgelabertpetrus@gmail.com