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Los comerciantes de Ciutadella conocieron el 15 de mayo, a través de «Es Diari MENORCA», y en plena campaña de las elecciones que han propiciado el gran vuelco político en las instituciones locales, el inicio del nuevo sistema de recogida selectiva en los establecimientos de este sector.     

El Consell, a través del Consorci de residus i energia de Menorca, lo puso en marcha en la ciudad de poniente el 1 de junio, tres días después de las elecciones municipales y autonómicas, cuando tanto la institución insular como los ocho ayuntamientos se encontraban en funciones, a la espera de la toma de posesión de los nuevos responsables políticos.

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Transcurridas seis semanas, y ante la evidencia de la inoportunidad y desacierto de este sistema, aplicado sin acuerdo, la asociación Ciutadella Antiga califica la experiencia de «desastrosa». Recuerda que la fecha de inicio era muy mala, en plena temporada turística y con escaso plazo para la adaptación de los comercios. Todo ello, agravado con el problema de espacio de hornos, pastelerías, bares y restaurantes. «Hemos visto que quien menos preparado demuestra estar es el Consorci que pagamos entre todas las poblaciones y que dirige el Consell insular», subraya.

El entonces director insular de Medio Ambiente, Esteve Barceló, ahora número 3 de la lista de Sumar Més al Congreso para el 23 de julio, defendió una recogida que ha provocado más problemas que soluciones. Denuncian los comerciantes que «el servicio de recogida anterior funcionaba como un reloj y hoy parece que no tiene nada que ver».

Dolfo Vilafranca y Juana María Pons han de acabar con este despropósito y aplicar nuevos criterios. De la misma manera que la alcaldesa de Ciutadella puede indagar por qué el proyecto de recirculación del agua en la playa de Cala Blanca, que ahora reclama el PSOE, redactado y aprobado por el anterior gobierno municipal, del que formaba el PSOE, no llegó a ejecutarse nunca.