TW

Aunque nos gustaría escribir también de otros temas que no fuera sobre la pura actualidad, esa es hoy tan fluida en nuestra Menorca y en España entera, que uno tiene que seleccionar, contextualizar y jerarquizar los temas tratando de priorizarlos.   

La actualidad en nuestra isla es la declaración talayótica. Una alegría para muchos pero también una preocupación para otros más. Los títulos pueden ser útiles o inútiles, y también beneficiosos, maliciosos o incluso neutros. Sus utilidades vienen explicadas según los fines a conseguir mediante una declaración como esa. Si el objetivo fuera conseguir que más turistas visiten la isla puede ser positivo por eficaz para los que deseen eso. Para otros, para quienes desean preservar una isla más íntima puede ser motivo de seria preocupación. Curiosamente, algunas ideologías, hasta ahora defensoras de que el otoño y el invierno menorquín fuesen los períodos de descanso que la isla necesitaría para regenerarse y desembarazarse de tanto visitante estival, parecen haber cambiado de opinión tal y como hace diariamente su director general ideológico desde La Moncloa, Ferraz o desde la ONU, y ya abogan por el turismo masivo ‘full time-all year round’.

Por otra parte si el fin fuese mirarse el ombligo y sentirse orgulloso de ser descendientes, o al menos de vivir donde, hace varios miles de años, unos trogloditas se dedicaron a amontonar piedra sobre piedra en un largo proceso de creación de símbolos, viviendas o centros de adoración, podría estar justificada su alegría. Si no les importara nada más. Pero otros creen peligroso explotar comercial e impúdicamente ese orgullo, desestacionalizando al por mayor.

Otros sí. Algunos títulos, caprichos para algunos, son especialmente caros y deben ser alimentados con cuantiosos fondos públicos que deberán de retirarse de otras necesidades (¿era imprescindible el desplazamiento a gastos pagados por el pueblo del pelotón político que asistió en Ryad a un simple sorteo de resultado previsto? ¿Cuánto costó el dispendio?) Pero eso sí, bajará el paro y aumentará el funcionariado. La perfecta pretensión estatalista.   

Y todo será porque algunos intuyen que las dos declaraciones que Menorca ya acumula (la biosférica y ahora la talayótica), nos conducirán al nirvana. Y si así fuese ¿por qué no nos dedicamos a coleccionar declaraciones sin más tapujos? ¿Será verdad esa ecuación de cuántas más declaraciones, más felicidad? No olvidemos tampoco lo de las bengalas, las luces que ocultan las nubes, la promoción de s’oliaigu, lo de las bicicletas sin fin, ses corregudes,    etc. Menorca está a un paso de convertirse en una isla coleccionadora. Bueno, a mí no me parecería mal si se lo financiaran los fans del coleccionismo. Pero otros no tenemos ninguna necesidad de coleccionar.   

Por otra parte siempre nos quedará el Camí de Cavalls. Y la tristeza. Desde aquí siempre cuestionamos su apertura al uso público indiscriminado por las consecuencias que podría conllevar. Una cosa es el paso moderado de caballos y personas y otra es convertirlo en una pista ciclista o de motocross. El resultado está a la vista. Pronto se convertirá en ‘la costa de la hamburguesa’.

En Mahón es actualidad el engaño masivo al que el Ayuntamiento ha sometido a todos sus ciudadanos al engañarles vilmente sobre los falsos radares. ¿Consecuencias? La consellera del Govern Marta Vidal es una mujer de    carácter que no se anda con chiquitas. En pocas semanas ya ha conseguido parar un oscuro affair urbanístico y presentar un programa que ridiculiza las políticas inútiles y demagógicas de la izquierda en vivienda. Y ha retado a quien endeudó Menorca hasta límites insospechados (Cesgarden) a que pare de incriminarla en una falsedad si no quiere que «li foti una querella». Nunca mejor advertido. Claridad feminista, o mejor, femenina.

Noticias relacionadas

También, y siempre de actualidad, este otoño habrá noticias sobre el nombre de Mahón. Los topónimos deben de tener prestigio para ser respetados. Y para tenerlo deben de mostrar un respaldo histórico y ser de conocimiento universal. El resto es pobreza patrimonial. El vernáculo forastero es una invasión política a nuestra historia.

En España la actualidad nos atosiga diariamente. Los ciudadanos que votaron socialista el pasado 23 de julio ya sabían cómo las gastaba el domador de opiniones. Ya sabían que podía dormir perfectamente a pesar de estar custodiado por bolcheviques, a pesar de haber indultado, después, a quienes aplicó, antes, el 155 y a pesar de aminorar sus delitos financieros, etc. Ningún votante no cándido podrá llamarse a engaño. Ahora que no se quejen del desastre que se avecina (si no se remedia) y que ellos han propiciado con su voto. Incluso Felipe González y Alfonso Guerra (la esencia de la Transición) han denunciado los modos del sanchismo. Para mayor escarnio Nueva York ha sido testigo de una declaración prodigiosa de quien quiere vender nuestra nación a quienes quieren destruirla:’ Una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial...’ Es decir, los delitos no deben ser tenidos en cuenta; los jueces juzgaron mal porque el delito no existió aunque él apoyó el 155 precisamente contra el delito que sí se cometió. Una tonelada de fango sobre nuestra democracia y nuestra Justicia. ¿Podrá parar el Rey el disparate de la amnistía? ¿Otro 3 de octubre en ciernes?

Notas:

1- El amigo publicista fallecido Miguel Ángel Furones, menorquín de adopción («La isla bonita»), ha sido nombrado Académico de Honor de la Academia de Publicidad. Marcos de Quinto, amigo personal y presidente del Jurado, ha dicho de quien fue director creativo mundial de Leo Burnett Worlwide: «así se salda una cuenta pendiente con quien llegó tan lejos. Miguel Ángel era como nuestro Pau Gasol jugando en los Chicago Bulls».

2- ¿Por qué molesta tanto a algunos que se remarquen las evidentes diferencias entre el barceloní i es menorquí?

3 -El PP Balears debe cumplir con lo pactado y firmado con VOX. Caso contrario habrá crisis.

4- Crece la indignación en España. Se presumen cientos de miles de personas en Barcelona el 8 de octubre.

5- No crean, las elecciones no están tan lejos.