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1- Viral. Ya lo anunciaron los sabios romanos: «Las ciudades desacreditadas tienen epílogos desastrosos: los condenados son rehabilitados, se libera a los encarcelados, se hace volver a los exiliados, se invalidan los hechos juzgados. Cuando esto sucede, está claro que el Estado se derrumba». (Cicerón, Verrinarias, II).

2 - En nuestra isla pasa una cosa curiosa. Muchos de los que suren en los medios de comunicación son mentes políticamente correctas. Siempre surfean con las olas a su favor difundiendo afirmaciones supuestamente correctas haciéndolas pasar como que estuvieran consensuadas y normalmente asumidas por todos. Aunque nadie sepa realmente por quién. Para ver si cuelan.

Por qué ¿representan la mayoría de esas opiniones al pueblo menorquín? ¿Son votadas luego masivamente? Pueden aparentar serlo, tal es su difusión, pero luego pasa que llegan las elecciones y quienes han defendido con ahínco esas maravillas supuestamente perfectas son los que las pierden.   

El menorquín es un pueblo pacífico y fácil de dominar; nos lo enseña la historia. Son gentes que normalmente no se meten con nadie, solo aguantan y resisten. Como un ullastre doblegat pes vent de sa història però que sempre resisteix. Como recordamos siempre aquí, su máxima actitud es protestar capetjant i només baix barbada. Pero, en descarga de responsabilidades, la presencia de los transmisores de ideas minoritarias amplificadas lo son por la escasa comparecencia de competidores ideológicos.     

Ya dijimos que cuando las manifestaciones contra el sentido común, había un reducido pelotón de protestones oficiales. Eran aquel centenar, decían, de habituales, la fiel ‘infantería’ del sector progre, que aparecían en todos los aquelarres que se organizaban fueran de tipo separatista, ecologista, feminista, podemista, carreterista, animalista, antitransportista, antiturista, etc. etc. (‘ista, ista, ista,... facha el que no ista’). Siempre el mismo pain in the ass. Son los que periódicamente nos inundan con sus apocalípticos escritos y declaraciones, con su pretendida y pretenciosa representatividad, con sus ideas atramuntanadas, con sus delirios prohibitivos... siempre feroces opositores al desarrollo económico, siempre devotos del subsidio y la subvención, siempre creyéndose nominados al Oscar de la menorquinidad más pura... Y siempre queriéndonos alinear con regiones ajenas. ¿Nos representan? No, Padre. Así lo demuestran, como decimos, el resultado de las elecciones.

Durante algunos períodos de tiempo esta isla puede dar la impresión de ser una tierra en perpetua ebullición pero la única verdad es que Menorca es una isla que padece a un grupito de protestones y luego están todos los demás menorquines, los auténticos que cotizan y se esfuerzan. Sí, nada es lo que parece en el prado de lo políticamente correcto. Aunque, como finaliza Arcadi Espada sus podcast  (Yira, Yira) de la madrugada de los viernes al sábado, «a la gente nada le importa».

3- La semana pasada Occidente vivió otro Pearl Harbour. En 1941 los japoneses imperialistas atacaron a traición y por sorpresa la base norteamericana del Pacífico. Aquello dio pie a la Guerra del Pacífico y, ya en 1945, al «Enola Gay», a Hiroshima y unos días más tarde al B-29 «Bocksaar», a Nagasaki y a la desolación.

Ahora los hechos: el pasado día 7 el grupo terrorista Hamás, unos radicales islamistas, atacó a traición unos ‘kibutzs’ en la frontera con Gaza asesinando a centenares de personas, violando a sus mujeres y haciendo cosas horribles. Ha sido el peor ataque que ha sufrido el pueblo judío desde el Holocausto. Estas acciones han convertido este ataque en un 11-S para Israel. Y naturalmente su Gobierno ha declarado la guerra a Hamás.       

La historia de la región es una interminable sucesión de conflictos bélicos desde que la ONU aceptó el estado de Israel en 1948 (varias generaciones de menorquines habrán visto la película «Éxodo» que tan bien lo explica). Un enfrentamiento sin fin entre quienes, reclamando sus propiedades antiguas, quieren echar a los israelitas de sus tierras y esos que no tienen más remedio que defenderse de los ataques que sufren.

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Comparación: Menorca tiene casi 700 km2 de superficie y unos 85.000 habitantes (si eliminamos las estafas ‘empradronales’), mientras que Gaza tiene 400 km2 y más de 2 millones de habitantes. Tela.

Sorprende  ver cómo se producen declaraciones y manifiestos supuestamente equidistantes pero disfrazados de un buenismo farisaico que evita la condena explícita a unos actos terroristas inmorales que tienden a asemejarse a los del nazismo. A pesar del contencioso histórico existente, el responsable actual es quien inicia el ataque, no quien quiere evitar nuevas muertes de sus ciudadanos. Y ahora justos pagarán por pecadores. Un drama. Esperamos que esta guerra no acabe ahora como en el 45 pero tengan por seguro de que todos los responsables de estos asesinatos serán cazados uno a uno dondequiera que se escondan como también lo fue, incluso, Eichmann en su día. Israel no perdona.

Notas:

1- Un andaluz me dice: «Lo tenemos sordo como una tapia, ni oye los silbidos, ni los abucheos, ni ná de ná».

2- Molinos de Viento de la Mancha en Milà: ¿600.000 euros despilfarrados y nadie es responsable?

3- ¿Cómo es posible que el CIM tenga un saldo en el banco de más de 32 millones de euros? ¿Reserva de fondos para provisionar futuras indemnizaciones? ¿Cara dura?

4- La amnistía del 1-O transformará al Estado en agresor y a la Policía en delincuentes. ¿Cómo no le van a pitar?

5- Se preparan nuevas manifestaciones ‘monstruo’ en Madrid. Los auténticos socialistas tienen que reaccionar.

6-¿Qué pensaría Ernest Lluch de la impúdica foto de la reunión con los compadres de los que le asesinaron?

7- ¿Tendrán que pedirse ahora antecedentes penales para participar en Sa Colcada?

8-    Al fin todos los autores menorquines podrán participar en una feria del Libro de Menorca. Aplausos.