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Prefiero ser alguien al que vale la pena conocer a ser alguien conocido.                                                                                             

Nunca se vive lo suficiente para dejar de ser un ignorante.

Siempre le pido a Dios que me libre de los ignorantes que se creen ilustrados.

No es castigo pequeño tener un enemigo idiota.

Nada es más caro que la pérdida de tiempo.

A más de un político si le hicieran pasar el test de la ignorancia, daría positivo.

Prefiero el riesgo de equivocarme por hacer algo, que equivocarme por no hacer nada.

La vida es un enigma dentro de un misterio.

Al nacer, emprendemos el viaje del resto de nuestra vida, ignorando el combustible que llevamos.

Todo lo que no sea vivir bien, es simplemente sobrevivir.

Es muy difícil vivir muchos años y morir sin haber sentido alguna vez la punzada del odio que pide vengar la ofensa, y es imposible la venganza si el odio no la alimenta.

A estas alturas de mi vida, confieso que he aprendido cuatro cosas, todo lo demás lo ignoro.

Hay gente que es feliz pero no lo sabe.

Las golondrinas posadas en un cableado eléctrico, son notas musicales en un pentagrama.

El jabón con qué se lava una conciencia sucia, no está a la venta.

Dios nos da naranjas, pero las tenemos que pelar nosotros.

Matar el tiempo es un asesinato que no está contemplado en nuestro Código Penal.

Las heridas del alma son invisibles pero son las que más duelen.

Cuando nacemos, nos entregan el tesoro más preciado, el alma, que hay que cuidar toda la vida.

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