Abote pronto, uno piensa que el Barça debería ir a lo suyo, hacer las cosas bien para paliar la deuda y equilibrar las finanzas. Que nadie acabe preso como Rosell en el caso Neymar. Contemplando el pasado, siempre he pensado que todo lo que el Barça ganó hace décadas tuvo mucho más mérito porque nadó contracorriente. Pero no me refiero a la época de Guardiola ni a la de Cruyff como entrenadores sino a antaño, cuando se celebraba la conquista de una Copa del Rey como si fuera el no va más. ¿Cuántos años pasó el Barça en el purgatorio sin posibilidad de alcanzar el cielo? Décadas. Pero ese purgatorio era atractivo, había una posibilidad de sueño, de esperanza o de ilusión y fe ciega en el equipo. Ahora no existe ni eso: ni la posibilidad de un mísero sueño.
Plan caridad
11/06/24 4:00
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