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Este domingo se han cumplido los dos meses de guerra en Ucrania, y las cosas no están saliendo como el régimen de Putin planeaba cuando inició la invasión de su país vecino.

Los avances militares de Rusia están siendo escasos, sobre todo por la gran resistencia que está ofreciendo Ucrania, y las pérdidas humanas y materiales están empezando a pesar cada vez más.

Tal y como recoge el Daily Mail, los últimos datos publicados por las Fuerzas Terrestres de Ucrania este domingo apuntan a que 21.800 combatientes rusos han muerto, aunque otras fuentes apuntan a una cifra mayor, rozando los 30.000. Rusia no confirma el dato.

El balance de pérdidas materiales tampoco es positivo para el régimen de Putin: según Ucrania, un total de 873 tanques rusos han sido destruidos, junto a 2238 vehículos blindados, 179 aviones, 154 helicópteros y 408 sistemas de artillería.

La cifra es llamativa si tenemos en cuenta la gran diferencia de potencial militar entre ambos países. El 24 de febrero, el ejército terrestre de Rusia constaba de 280.000 soldados activos a tiempo completo en comparación con los 125.600 de Ucrania.

Pero la cantidad de soldados rusos necesarios para apoderarse de todo el país y controlar a toda la población sería cercana a 1 millón, según Michael Clarke, profesor del departamento de estudios de guerra del King's College de Londres, lo que revela que el Kremlin subestimó la cantidad de fuerza necesaria para obligar a sus vecinos a someterse.