Imagen de Putin dirigiéndose al pueblo ruso en un mensaje televisado. | Reuters

TW
27

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado la «movilización parcial» de los ciudadanos en la reserva en un mensaje televisado a la nación. La medida, que entra este mismo miércoles en vigor, obedece a la necesidad de defender la soberanía y la integridad territorial de Rusia, subrayó el mandatario en alusión a Donbás, y para ello contempla otras medidas paralelas de efecto inmediato como por ejemplo el aumento de fondos para impulsar la producción de armas, a pesar de que en estos momentos su país ya es la segunda mayor industria armamentística del mundo.

En su mensaje televisado, Putin ha acusado a Occidente de orquestar un chantaje nuclear contra Rusia para apoyar su tesis de la necesidad de una movilización parcial para la campaña militar en Ucrania. Asimismo, ha afirmado que Rusia tiene «muchas armas para responder» a lo que ha calificado de amenazas occidentales. Pero Putin ha ido más allá. El presidente ruso ha sido explícito al afirmar que el objetivo de Occidente es destruir a Rusia; «debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país» dijo el jefe del Kremlin, que destacó que «ellos (los occidentales) dicen abiertamente que en 1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia».

Noticias relacionadas

Este anuncio a la población rusa se produce en plena contraofensiva de las fuerzas armadas ucranianas, que ha conseguido liberar parte del territorio que el ejército ruso invadió a partir del pasado 24 de febrero. También coincide con el encuentro de la Asamblea General de Naciones Unidas, que se lleva a cabo en la sede de Nueva York, y horas después de que autoridades en territorios controlados por el ejército ruso en Ucrania anunciaran consultas a la población para dirimir su soberanía, algo que Ucrania, Estados Unidos y distintos agentes de la escena internacional ya han anunciado que no aceptarán ni respetarán los resultados.

Las reacciones en el ámbito occidental no se han hecho esperar. Por ejemplo la Unión Europea ha señalado que Putin demuestra que quiere una escalada del conflicto y se trata de una señal de «desesperación». «Es otra prueba de que Putin no está interesado en la paz, sino en escalar su guerra de agresión», ha valorado el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, en rueda de prensa desde Bruselas. Al respecto, la ministra de Asuntos Exteriores británica, Gillian Keegan, ha reconocido que las palabras de Putin implican una escalada preocupante y sus amenazas deben ser tomadas en serio. «Claramente es algo que debemos tomarnos muy en serio porque, ya sabes, no tenemos el control. No estoy segura de que él tenga el control tampoco, realmente. Esto es obviamente una escalada».

Para el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak, se trata de un paso predecible que resultará extremadamente impopular entre la ciudadanía rusa. Desde Kiev sostienen que la guerra no marcha según el plan de Moscú, y por eso Putin trata de culpar a Occidente por iniciar una «guerra no provocada» y el empeoramiento de la situación económica de Rusia con lo que desde Moscú perciben como sanciones unilaterales y por tanto ilegítimas. De momento, el rublo ruso se descalabra y pierde enteros frente al dólar por primera vez en los últimos meses.