Enfrentamientos. La mayoría de los disturbios tuvieron lugar en las inmediaciones de la sede del Gobierno, donde los manifestantes intentaron entrar - Reuters

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La oposición de Kirguizistán anunció ayer que ha asumido el poder tras la huida del presidente, Kurmanbek Bakíev, que habría abandonado en avión la capital, Biskek, escenario de sangrientos choques entre los manifestantes y la policía.

"El poder de la república lo controla la oposición. El presidente se encuentra no se sabe dónde", señaló Rosa Otunbáyeva, ex ministra de Exteriores y jefa del Gobierno de unidad popular formado por la oposición, a la agencia rusa Interfax.

Otunbáyeva, quien ya protagonizó en 2005 la incruenta Revolución de los Tulipanes en la que fue derrocado el primer presidente kirguís, Askar Akáyev, aseguró que el primer ministro del país, Daniar Usénov, presentó su renuncia y la de su Gobierno.

"Firmó su renuncia y me la entregó. Nos distribuiremos las principales carteras y cumpliremos con nuestras funciones para garantizar la estabilidad del país", dijo.
Subrayó que "la principal tarea del Gobierno de confianza popular es mantener la estabilidad, conservar vidas y no permitir el vandalismo".

La oposición estima en cerca de cien los muertos en los disturbios antigubernamentales ocurridos ayer en la capital, en su mayoría en las inmediaciones de la sede del Gobierno, donde los manifestantes intentaron entrar, tras asaltar el Parlamento y la Fiscalía General.

Mientras, el Ministerio de Sanidad cifró en 40 los muertos y en más de 400 los heridos en los disturbios ocurridos en Biskek y en el resto del país.

DISTURBIOS
Manifestantes antigubernamentales ocuparon y saquearon ayer la sede del Parlamento de Kirguizistán e incendiaron el edificio de la Fiscalía General en la capital, Biskek, escenario de violentos enfrentamientos entre policía y seguidores de la oposición.

Grupos de manifestante prendieron fuego a la Fiscalía y entraron sin resistencia policial en el edificio del Legislativo, abandonado por los diputados, según informó la agencia kirguís Kabar.

También intentaron asaltar la sede del Servicio de Seguridad Nacional, aunque fueron repelidos por las fuerzas del orden, y, según algunas fuentes, se apoderaron de la prisión preventiva número 1 de la ciudad, donde liberaron a los allí encerrados.

Medios locales elevan a 21 los muertos, la mayoría por impacto de bala, y a más de 180 los heridos en los violentos choques entre policías y opositores, que intentaron asaltar la sede del Gobierno de Kirguizistán, considerado el país más pobre de Asia Central, con una población de 5,3 millones de habitantes.

Mientras, la oposición anunció que las autoridades liberaron a varios de sus líderes detenidos en las últimas 24 horas y les han propuesto entablar conversaciones para poner fin a los desordenes en la capital y otras ciudades del país.

"Hemos recibido de las autoridades determinadas propuestas. Los líderes de la oposición nos estamos reuniendo para decidir si aceptamos negociar y definir nuestras condiciones", dijo Temir Saríev, uno de los políticos liberados, a la agencia rusa Interfax.