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La reunión que celebraron ayer el Gobierno y los agentes sociales sobre la reforma laboral terminó nuevamente sin acuerdo, aunque las tres partes se emplazaron a seguir negociando en los próximos días, según informaron ayer a Europa Press en fuentes del proceso negociador.

Según las fuentes consultadas, al encuentro asistieron los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.

Ayer se cumplía el plazo dado por el Gobierno para cerrar la negociación de la reforma laboral, si bien el Ejecutivo decidió dar unos días más a sindicatos y empresarios para ver si son capaces de entenderse.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, declaró que se sigue negociando y que si no hay acuerdo, el Gobierno aprobará la reforma laboral en el "corto plazo" y, en todo caso, antes de que finalice el mes de junio.

Los sindicatos, por su parte, ya han avisado de que si el Gobierno impone una reforma laboral "lesiva" para los trabajadores, irán a la huelga general.

Ayer por la mañana, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente, reconocían que existían "grandes dificultades" para lograr un acuerdo, aunque mantenían la esperanza de que éste pudiera alcanzarse mientras la negociación siguiera viva.

Tanto Górriz como Ferrer señalaron como elementos que considerarían "lesivos" para los intereses de los trabajadores y, por tanto, como detonantes de una huelga general, la descausalización de la contratación temporal o la reducción de las causas del despido y el aumento del poder empresarial a la hora de expulsar a los trabajadores del mercado laboral.

PRINCIPAL OBSTÁCULO

En realidad, desde que empezara la negociación hace dos años, siempre se ha tratado del despido. Ese siempre ha sido, junto con la rebaja de cotizaciones empresariales demandada por la patronal, el principal escollo para el acuerdo y donde más chocan empresarios y sindicatos.

"La realidad es que con las posiciones de la CEOE en la mesa, es imposible el acuerdo hoy por hoy", decía a primera hora de ayer Toni Ferrer y no parece que tras la reunión de la situación haya mejorado. También ayer mismo el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, apuntaba que el principal obstáculo para el acuerdo es el coste del despido y sus causas objetivas. Bárcenas ve difícil el consenso y cree que el Gobierno tendrá que aprobar una reforma "intensa" si quiere aplacar las exigencias de la UE y de los mercados internacionales, algo que no gustará ni a CC.OO. ni a UGT.

Sindicatos y empresarios han pisado el acelerador estos últimos días para tratar de despejar el camino hacia el acuerdo y han estado negociando incluso el pasado fin de semana, sin lograr avances y emplazándose a un nuevo encuentro en el día de ayer. Este tampoco concluyó en acuerdo, pero la negociación proseguirá en los próximos días.

El Gobierno ya ha dicho que negociará hasta el último momento, pero ha advertido también de que el proceso no puede eternizarse.