Encuentro. El presidente de Ruanda, Paul Kagame (centro), posa junto al resto de los participantes - Reuters

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El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió ayer en La Moncloa a los miembros del Grupo de Impulsores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con la excepción del presidente ruandés, Paul Kagame. El grupo de la ODM se reunió ayer viernes en Madrid, pero Zapatero cedió a las presiones y no acudió al encuentro debido a la presencia de Kagame, al que se acusa de genocidio. Por su parte, el Gobierno de Ruanda calificó de "desafortunada" la ausencia de Zapatero, pero le restó importancia, ya que no se le ha impedido asistir al líder ruandés, tal y como estaba previsto.

Este grupo es una idea del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que eligió a Zapatero y a Kagame para que lo copresidieran y que tiene como fin sensibilizar y movilizar a la comunidad internacional sobre la urgencia de alcanzar los ODM, las metas fijadas en el año 2000 para reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre en el horizonte de 2015, entre otros objetivos.

Hasta el pasado jueves, esta primera reunión del grupo -al que pertenecen el premio Nobel de la Paz y padre de los microcréditos Muhamad Yunus o el filántropo y fundador de Microsoft, Bill Gates, que no se trasladó ayer a Madrid- iba a tener lugar en el Palacio de la Moncloa con todos sus participantes, Kagame incluido. Pero la presión de la opinión pública y, en particular, de varias fuerzas políticas en la oposición (CiU, ERC, IU, CC y BNG pidieron a Zapatero que no recibiera a Kagame, al que se acusa de genocidio) llevaron al presidente español a anunciar a última hora del viernes que la reunión se trasladaría al hotel Ritz de Madrid y que él no participaría. Le sustituiría el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos.

Zapatero sí recibió a Ban Ki Moon quien, según fuentes gubernamentales españolas, comprendió que Zapatero fuera sensible a la opinión pública de su país, que en su mayor parte se mostró contraria a que Kagame fuera recibido por el presidente español. Y es que en 2008 el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu vio "indicios" de la implicación de Kagame en la matanza de más de 4 millones de ruandeses en los años 90.