Rubalcaba. El vicepresidente defiende el estado de alarma - Archivo

TW
0

La crisis de los controladores aéreos continúa siendo una de las armas arrojadizas en las mutuas acusaciones entre PP y PSOE. El vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmaba que si el presidente del PP, Mariano Rajoy, estuviera al frente del Gobierno, los controladores aéreos "cobrarían más y trabajaban menos". Respondía así a las declaraciones del líder popular de anteayer sábado en las que afirmaba que "tanto talante ha hecho que Zapatero tenga que decretar el estado de alarma". Por su parte, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, iba más allá y acusaba al ministerio de Interior de haber "tapado" con la operación contra el dopaje la comparecencia en el Congreso del presidente Zapatero, para dar su "breve" explicación sobre lo acontecido durante la semana. Unas declaraciones que no tardaron en tener la respuesta del socialista Gaspar Zarrías, que afirmó que "cree el ladrón que todos son de su condición".

Pese a apoyar la decisión del Gobierno de decretar el estado de alarma, el Partido Popular se mantiene crítico en la actitud del Ejecutivo. Por ello, el vicepresidente dedicó parte de su discurso en un acto en Valencia en el que se proclamaban las candidaturas socialistas para las próximas elecciones al tema de los controladores aéreos. Rubalcaba aseguró que si Mariano Rajoy estuviera al frente del Ejecutivo, el colectivo "cobraría más y trabajaría menos".

Para defender su postura, Rubalcaba recordó que en los últimos 30 años España ha vivido en "tensión permanente" por las protestas de los controladores que "nos amargaban las vacaciones". También que en 1999 el Gobierno, encabezado por José María Aznar, firmó un convenio por el que "aumentaron los salarios y bajaron las horas de trabajo" de este colectivo. Por ello, se mostró convencido de que el PP volvería a apostar por "aumentarles los privilegios" actuales.

Otro de los políticos que dedicó parte de su discurso a los controladores fue Esteban González Pons, vicesecretario general de Comunicación del PP. Y lo hizo para acusar al Ministerio de Interior de haber "tapado" con la operación contra el dopaje la comparecencia en el Congreso de los Diputados del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para "dar su breve explicación" sobre los recortes sociales, la privatización de la lotería, las relaciones con Marruecos y el cierre del espacio aéreo español.

Así, el popular defendía que el cuándo y el cómo de las grandes operaciones policiales se decide en la cúpula política" del Ministerio del Interior. "Qué casualidad que (Interior) decidiera que el día ideal para hacer una operación muy mediática como es la del dopaje en el deporte fuera dos horas después de que Zapatero terminara de dar su breve explicación en el Congreso de los Diputados sobre todo lo que había ocurrido la semana pasada en España", exclamaba.

Las palabras de González Pons no quedaron en el olvido, y poco después recibía contestación de parte del secretario de Estado de Cooperación Territorial y responsable de Relaciones Institucionales del PSOE, Gaspar Zarrías. El socialista recurrió al refranero popular, afirmando que "se cree el ladrón que todos son de su condición".