El castillo. El análisis de las pinturas rupestres tiene una fiabilidad máxima - Reuters

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Las cuevas prehistóricas de Altamira (Santillana del Mar) y El Castillo (Puente Viesgo), ambas en Cantabria, y la de Tito Bustillo, en Ribadesella (Asturias) albergan el arte paleolítico más antiguo de los datados en Europa, con pinturas con edades "mínimas" que, en algunos casos, oscilan entre los 35.000 años hasta los casi 41.000.

Concretamente, según la última datación realizada en once cuevas de Cantabria y Asturias por once científicos de diferentes instituciones de investigación españolas -cuyos resultados se publicarán hoy en la revista americana Science- indican que en El Castillo hay un disco (gran punto) rojo del denominado Techo de las Manos que fue pintado hace, al menos, 40.800 años.

La datación se ha realizado a través del método de la serie del uranio, mediante en el que se pueden datar costras y formaciones calcíticas que se encuentran en contacto directo con las representaciones rupestres, bien por encima o por debajo de ellas, según han explicado en una rueda de prensa en el Museo de Altamira siete de los científicos participantes en la investigación.

El investigador Joao Zilhao, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Barcelona, lo ha defendido como el "método más preciso" que existe, por encima del que emplea el Carbono 14 AMS (Espectrometía de Masa por Acelerador) permite fechar el carbón orgánico de la materia colorante utilizada en la realización de dibujos negros, si bien no son tan efectivos con materias orgánicas, como las realizadas en tonos ocres, como es el caso de las pinturas datadas en esta ocasión. Ha explicado que en Altamira, que existen de ambos tipos, las más antiguas que se habían podido datar con el carbono 14 revelaban una edad de, como mucho, 18.000 años (periodo magdaleniense).

Zilhao ha explicado que los resultados que ha aportado ahora el método usado en esta investigación, que permite fechar el uranio que queda atrapado en las películas de calcita que se crean, en ocasiones, en contacto con las pinturas, "no son cuestionables" pues tiene una "fiabilidad máxima". En este sentido, ha explicado que en algunos casos se ha datado la película calcítica situada inmediatamente por debajo de la pintura, lo que permita hablar de una edad máxima de la pintura, y en otro la que se ha formado por encima de ella, lo que permite fijar un mínimo.