Bosque. Un avión arroja agua en el Parque Nacional de Garajonay - Reuters

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Las condiciones meteorológicas "extremas", con altas temperaturas, vientos racheados y un bajo porcentaje de humedad, azuzan el incendio de La Gomera que, con tres frentes activos, es el único que no se considera totalmente controlado de los más de diez declarados este fin de semana de ola de calor.

Si no se dispone de ocho o diez hidroaviones y de varios helicópteros, cuando bajen las temperaturas, la laurisilva, excepcional vegetación del Parque Nacional de Garajonay, afectada por el fuego, podría haber ya desaparecido, sostiene el presidente del cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, que ayer apeló al interés nacional para salvar el bosque de la isla canaria.

Para atajar el avance del fuego, que no se cree que pueda controlarse en las próximas horas, actualmente operan en La Gomera tres hidroaviones, a la espera de un cuarto que pudieron llegar anoche, y seis helicópteros.

El actual incendio se inició dentro del perímetro del fuego que se declaró el sábado de la semana pasada, pero éste ha pasado el cruce conocido como Los Pajaritos y se ha adentrado en el Parque de Garajonay, declarado por la UNESCO patrimonio de la Humanidad en una isla que ya ostenta la condición de Reserva de la Biosfera.

Según los técnicos del Parque Nacional, por la excepcionalidad de las condiciones climáticas, con vientos racheados de entre 30 y 40 kilómetros por hora y rachas puntales de 60 y temperaturas de entre 30 y 36 grados y momentos de casi 40, en La Gomera está ardiendo vegetación que no se quemaba desde hace 150 años.

Entre los numerosos incendios forestales que han castigado el territorio español, destacan el del Parque Nacional de Cabañeros, en Ciudad Real, y Uceda, en Guadalajara, estabilizados tras quemarse en total 1.700 hectáreas, 1.300 de superficie forestal y 600 de "alto valor ecológico" del área medioambiental protegida, según reconoce la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.