Badia. Dimite como secretaria general del PSOE en la Eurocámara - Reuters

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La carta en la que eurodiputados catalanes denunciaban ante la Comisión Europea una supuesta amenaza militar de España ha enturbiado aún más el debate soberanista, marcado también por el 'rifirrafe' entre Artur Mas y Mariano Rajoy, y ha provocado indignación, apoyos, y la dimisión de un cargo socialista.

La polémica misiva se ha sumado a un ambiente ya caldeado por las declaraciones del presidente del Gobierno, en las que aseguró que el presidente catalán le dijo "o lo tomas, o lo dejas" sobre el pacto fiscal, por lo que el debate con respecto a Cataluña se expandió ayer por los pasillos del Congreso y demás círculos políticos.

Allí, el portavoz de Convergencia i Unió, Pere Macías, dijo comprender el contenido de una carta que ve como una respuesta al "exceso verbal" cometido por exmiembros del Ejército al respecto, una posición opuesta a la expresada por el PP, cuyo portavoz, Alfonso Alonso, pidió "sensatez" y opinó que cartas como esa son un ataque a "la inteligencia de los catalanes y los españoles".

"No tiene ni pies, ni cabeza, ni sentido; deberían hacer una reflexión y rectificar", afirmó.
Alonso se refería así a la polémica misiva en la que los eurodiputados Ramon Tremosa (CiU), Raul Romeva (ICV), Maria Badía (PSC) y Ana Miranda (ERC) acusaban al vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, y a dos excoroneles españoles, de haber amenazado con una intervención de las Fuerzas Armadas en Cataluña si se convoca un referéndum ilegal de autodeterminación.

Tras conocerse que los parlamentarios pedían a la comisaria que se pronunciase en contra de la posibilidad de que algún estamento militar recurra a la fuerza contra la población catalana, el propio Vidal-Quadras envió una carta a Reding para garantizarle que él nunca había hecho una amenaza así.

El asunto ha provocado además que la eurodiputada del PSC Maria Badia presentara ayer su dimisión como secretaria general de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo -si bien no como parlamentaria- por firmar una carta que el líder de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha considerado "absolutamente equivocada" y que no refleja la realidad.
También el primer secretario del PSC, Pere Navarro, contestó que no es bueno tensar a la sociedad catalana con un "lenguaje paramilitar" y pidió "mantener la razón y los puntos de diálogo".

Su dimisión y la del resto de parlamentarios la había pedido, en declaraciones a Es Radio, el diputado del PP Carlos Iturgáiz, quien ha denunciado una "campaña" contra Alejo Vidal-Quadras.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, entró también en la polémica y pidió al Gobierno español que "se comprometa públicamente a no utilizar las Fuerzas Armadas" contra el pueblo de Cataluña si éste se expresa a favor de la independencia.

Otros representantes como el portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, dio también credibilidad a las denuncias de los eurodiputados y advirtió de que las "amenazas" de los exmilitares o militares retirados sobre una eventual intervención en Cataluña "no ayudan en absoluto a mantener el sistema democrático ni al diálogo entre todas las naciones y pueblos del Reino de España".