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El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha reconocido que el origen de los seísmos registrados en la costa norte de Castellón «podría estar» relacionado con el proyecto Castor de almacenamiento de gas inducido. Soria ha precisado, no obstante, que aún no hay constancia científica que pueda determinarlo.

Así, ha explicado en declaraciones a Onda Cero que lo que ha ocurrido es que, según el Colegio de Geólogos y del Instituto Geográfico Nacional, «parece que hay una correlación directa entre el la inyección de gas que se ha introducido en ese almacén subterráneo y los microsismos que se han producido a lo largo de los últimos 15 días».

Por ello, ha defendido la actuación de su departamento porque cuando se produjo uno temblor de intensidad 3,6 en la escala Richter, hace una semana, en la madrugada del miércoles al jueves pasado, el Ministerio dictó una resolución para parar cualquier actividad adicional hasta que no se sepa exactamente qué está pasando. «Eso es lo que ahora se está investigando», ha añadido.

«Podría estar pero todavía no tenemos una constancia científica que pueda determinarlo o no», ha admitido el ministro que ha insistido en que hay que esperar al informe que están realizando «justamente, los expertos tanto del Colgio de Geólogos como del Instituto Geográfico Nacional».

Posteriormente, en los pasillos del Congreso, el ministro ha pedido calma frente a los sismos porque, según ha asegurado, el plan de emergencia que ha activado la Generalitat valenciana se sitúa «en este momento» en el 'nivel 0' «porque en opinión de los técnicos no es una situación preocupante».

En este sentido, ha insistido en que, «aunque científicamente, en estos momentos no está contrastado, hay una probabilidad muy alta» de que haya una relación de causa-efecto entre la inyección del gas y los terremotos registrados, según los datos aportados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Geológico y Minero (IGME), cuyo informe se espera «para los próximos días».

Además, ha subrayado que la inyección de gas estará paralizada hasta que no haya garantía por parte de los técnicos de que no se van a producir movimientos sísmicos como los producidos. «Mientras no haya garantías totales para la seguridad de la población de que no se van a producir ese tipo de movimientos no se autorizará a inyectar nuevo gas», ha reiterado el responsable de Industria. Igualmente, ha recordado que la instalación tenía una autorización provisional para hacer pruebas y como resultado de las mismas el Gobierno dictó paralizarlas hasta que se supiera exactamente qué ha pasado.

Precisamente, el Ministerio de Industria dictó en la madrugada del miércoles al jueves pasado una resolución para paralizar cualquier actividad adicional hasta que no se conozca qué es lo que está sucediendo, según confiormó el ministro ayer mismo por la mañna en una entrevista radiofónica.