Vientos con rachas superiores a los 200 kilómetros por hora provocaron cuantiosos daños materiales - Efe

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El Gobierno filipino confirmó ayer que al menos 138 personas habían fallecido y 14 habían desaparecido por el paso del tifón «Yolanda» por el centro del archipiélago, mientras Cruz Roja Filipinas contaba con estimaciones de que la cifra de víctimas mortales era de al menos 1.200, según anunciaron los grupos de voluntarios que trabajan para atender a los afectados.

En su último informe, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres del Gobierno filipino indicó que en torno a 4,2 millones de personas se habían visto afectadas por el tifón, de las cuales unas 342.000 habían tenido que abandonar sus hogares. Unas 3.400 viviendas resultaron gravemente dañadas por las lluvias y los fuertes vientos.

Por otro lado, Cruz Roja de Filipinas contaba con estimaciones de 1.200 fallecidos, de los cuales mil personas fallecieron en la ciudad costera de Tacloban y otras 200 en la provincia de Samar, según informó la secretaria general de la organización, Gwendolyn Pang.


Cuerpos

«Hemos visto un número estimado de 1.000 cuerpos flotando en Tacloban, según los equipos de Cruz Roja. En Samar, unos 200, pero el proceso de confirmación todavía está en curso», declaró Pang.

El Gobierno de Filipinas ordenó ayer una evacuación masiva de población en laderas de montaña y zonas del litoral situadas en la trayectoria del tifón «Haiyan», que debía llegar al archipiélago con vientos sostenidos de 215 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 250.

La agencia meteoróloga filipina, PAGASA, había indicado previamente en rueda de prensa que «Yolanda» -el nombre local que recibe el tifón- había ganado fuerza en las últimas horas, y se dirigía hacia la costa este de Filipinas a una velocidad de 33 kilómetros por hora.

Unas 40 provincias del país estaban en estado de alerta, cinco de las cuales -Samar Oriental, Samar, Leyte, Leyte Meridional y las Islas Biliran- se encontraban en alerta máxima.


Supertifón

«Haiyan», que tenía un diámetro de unos 600 kilómetros y estaba previsto que atravesara el centro de Filipinas de este a oeste, fue calificado por PAGASA como un «supertifón», nombre al que suele denominarse a este fenómeno meteorológico cuando sus vientos superan los 240 kilómetros por hora.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, se dirigió ayer a la nación en un discurso televisado en el que advertía que «se espera que este tifón sea más intenso que 'Bopha'», que el pasado diciembre dejó unos 1.800 muertos y desaparecidos en el país.

Por su parte, diversas agencias meteorólogas estadounidenses no dudaron ayer en calificar a «Haiyan» como el tifón más intenso del mundo de entre los que se han producido en lo que va de año.

Además, se esperaba que la tormenta toque tierra hoy por la mañana y que salga de la zona filipina el domingo.

Los gobiernos locales de varias provincias suspendieron las clases, mientras que los Guardacostas instaron a todas las embarcaciones a no salir a navegar.

Además, las compañías aéreas suspendieron media docena de vuelos, y se esperaba que muchos más fueran cancelados cuando el tifón atravesara el país.


Rescate

El Gobierno filipino había anunciado anteayer que se habían distribuido embarcaciones de rescate, ayuda de emergencia y suministros médicos a las zonas estratégicas.

La temporada de tifones en Filipinas, que empieza por lo general en el mes de junio y concluye en noviembre, suele atraer todos los años entre 15 y 20 tifones de intensidad variable.