Cola para comprar lotería de Navidad en doña Manolita, una de las administraciones más conocidas de Madrid. | MADRID

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Recibir una gran cantidad de dinero inesperada siempre es una alegría, pero, en algunas ocasiones, con el paso del tiempo esa buena noticia puede dar algún que otro quebradero de cabeza. Un estudio de EFPA pone de manifiesto que el 70 % de los premiados con la Lotería de Navidad tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.

La mayoría de las veces, la felicidad que produce recibir el 'Gordo' hace que se tomen medidas precipitadas que hacen que se malgaste el dinero o que se tomen malas decisiones de inversión.

En 2019 solo hay que tributar si el premio supera los 20.000 euros (al 20 %). Por ejemplo, la persona que este año sea agraciada con el primer premio (400.000 a un décimo), la cuantía neta que recibiría en su cuenta sería de 324.000 euros.

Para sacarle el mayor partido posible al dinero, desde el equipo de Financial Life Planning de Abante recomiendan, como primer paso, tomarse un tiempo de seis meses antes de comenzar a gastar o a invertir el dinero (aquí conviene recordar que la ley da un plazo máximo de 3 meses para cobrar el décimo).

El objetivo de esto es que la persona que ha ganado la lotería se acostumbre a vivir con una cantidad elevada de dinero y que en esos meses pueda reflexionar sobre qué es lo que realmente quiere conseguir. Es decir, se trata de hacer un ejercicio de planificación financiera para pensar en los objetivos vitales y evitar caer en errores típicos.

El siguiente paso es hacer unos números para ver qué coste tienen: hay que analizar también la situación financiera actual para ver cuál es el punto de partida y si con el dinero extra del premio basta o se necesita más y, por tanto, el premiado debería acudir a los mercados financieros para cubrir ese déficit.

Es importante saber que, si se decide no invertir el dinero, dentro de unos años se perdería poder adquisitivo, a media que los precios se incrementasen, al no cubrir la inflación. Es decir, si se tienen 324.000 y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo que persigue el Banco Central Europeo), ese dinero equivaldría a unos 218.042 euros (actuales).

Para maximizar el dinero hay que apostar por carteras diversificadas, tanto por distribución geográfica, como por sectores y tipo de activos. Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mucho mayor.

Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 3 puntos (conseguir una rentabilidad anual media del 5%) habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable. Y una opción que permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y que permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión.